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miércoles, 15 de diciembre de 2010

NUEVE MESES




“Abrí la bolsita, y saqué regalito, y era nomás un lindo gatito”

Palabras de Sylvia. Cómo expresarle en pocas palabras la sensación de ahogo ante la imagen que se me representaba de ella misma con el gatito-paquetito lleno de placenta en su manita. No había Lisoform para arrojar. Era toda ella en la cocina, mostrándome las ratitas (que eran gatitos) y las lolas hinchadas de su gata recién parturienta…

“Es la autorreferencialidad, en vez de autobiografía. Tenía que cambiar cada vez que encontrara esa palabra por otra”

Palabras de la profe. Blanes. Cómo expresarle que me llenaba de emoción verla con esa adrenalina ante un trabajo. Algo que se cierra y tiene sueños raros de caídas de muelas y dolores en la boca…duelos que se pasan. Ser docente, no serlo. Recibir(se) o ser recibido en un lugar. Un lugar donde uno quiere estar para ser, o quizás no sea más que uno recibe algo para poder dar…(la hora no ayuda). Cerrar el ciclo de estudiante con Maristany y habernos olvidado de cursar juntas. Hecho increíble pero cierto. Y sin embargo, tan natural que tomáramos cerveza porque hacía calor, y ferné porque hacía calor y todo por el calor….

“Cuestión hormonal”, -dijo- y luego se acaloró con el mate. Era raro pero notaba que un ciclo natural se estaba produciendo y era coherente con su estado de ánimo. “SPM”, le dijo la otra, mientras ella le mostraba el maldito libro de Molloy a la correferencial Sylvia y le leía un fragmento, todo porque a la otra pérfida le haya colocado la semillita (¿semillita?) de curiosidad (¿curiosidad mató al gato?) para que la fémina fuera a buscar en su biblioteca.

Ir en el colectivo por la mañana, a moco tendido por los duelos. “You´ll never get the whole picture”, ella entendió. Claro, nadie tiene la foto completa. De hecho, todos nos vamos conformando con pedacitos de fotos, de imágenes y vamos construyendo (reconstruyendo) una identidad. Propia, ajena, apropiada…whatever, pero identidad al fin. De esas sutilezas a ella le agarró un poco de vértigo en el colectivo. Claramente era lo estomacal (no le sentó nada bien el pedo con ferné) pero el punto era clave, crucial…reconstruir quién era. AUTORREFERENCIALIDAD en vez de AUTOBIOGRAFÍA, dijo su par Lau.

Hablar de la vida, ponerla en términos ficcionales y luego hacer como si acá no pasara nada. Hacer de la historia un texto. Hacer un relato que se encone con la historia oficial. Hacer un personaje que se pelee de verdad con la autora. Hacer un ¿ego? ¿una más? ¿uno más? ¿cuáantaaaas más? Ok ok…alter…alter…alternatonta….dejá de pensar en voz alta…

Siempre me da vergüenza pensar en que termino redescubriendo a Morelli en citas tales como que “que la ficción sea justamente eso, la nada misma”. Deja vu…Laura diciendo: “es un relato donde no pasa nada…así como las películas europeas (de las cuales no tengo ni idea, porque en Mataderos City, cero film noir) que a mí tanto me gustan. Y se ve que la pavota andaba de capa caída, y un poco doliente. Porque el anillo le cupo al dedo (cupo!!!!) y cual estatua de Venus (o en la posmodernidad “el cadáver de la novia” -que es igual- y terminamos cerrando círculos).

Pasaron nueve meses de mi última entrega de una monografía. Digamos trabajo monográfico. En nueve meses de gestación…(seguimos con el ejemplo de los gatitos, la bolsita se abrió y salieron airosos: deseos, anhelos y esperanzas) . Había unos cuantos gatitos dando vueltas también. Había un Kratos y también salió una Kasa. Del Kascajo del auto, malas noticias: habría que venderlo. Pero existía la posibilidad de que en poco tiempo se terminara con la cerámiKA y de esta manera se volvería todo más simple (¿más simple que qué?, que abrazarse a esa nena y terminar viendo un domingo metida en la cama “Hormiguitas”). Se gestó (o es un buen gesto) una Karina sensible que de repente se encuentra haciendo duelos. Será el arbolito de Navidad. Será que de repente es ocho de diciembre y justamente es aniversario (mesiversario de la ausencia). Será que no hay drogas duras, de tipos blandos y será que no para de llorar. “Cuestión de hormonas” se repite a la par que escribe que todo es una construcción, hasta su modo de doler(se) de quien pueda rendir mal, y que de repente sea su culpa y que para qué (¿para quién?) hace todo lo que hace…

Para ella. En el fondo…siempre fue ella. Fue para ella misma. Ipse ipsa ipsum. Ella en pinta la que fabricó imagos (¿o fantasmas afanados?) para que de repente cobraran vida en la escena teatral en la que ella actuaba para darles algo…lo que ella ofrecía. Su sacrificio. La docente. En realidad era la “dicente”…porque algo quería decir…quería decir que se ponía excusas, pero era ella misma la que hacía todo lo que hacía porque no era feliz con lo que tenía. Y siempre anhelaría más. Siempre habría algo más para querer y para desear y para necesitar. “ser recibida…es ser recibida por gente que te quiera” –se dijo para sus adentros-. “Hay gente que te quiere, ahora que te quieran bien o mal es harina de otro costal” –dijo ella mate en mano (mano placenteada!!!!!)- y afirmaba que querer es otra cosa. Querer de verdad es poseer. Yo no quiero. No me gusta ese verbo. Realmente si lo uso…es porque directamente paso al TENGO. Y me da escozor pensar en las cosas (personas) que no tengo. Porque si cosifico es justamente por la ausencia…y rarifico mi lenguaje y no soy clara. Y encima me pongo reiterativa.

“Decile a tu papá, se va a poner re contento, de hecho vas a ver que hasta falta al trabajo” le dijo ella. Le dijo lo que le hubiera gustado que le dijeran. Solo que esa vez, fue sola. Era cinco de marzo. Y fue sola a dar ese trabajo. Hizo tiempo y fue a la Librería Mármol y se compró un ejemplar de “Alicia, en el país de las maravillas” con el prólogo borgeano para cumplir el deseo. El deseo de atravesar el espejo con el puño. Vestida de verde (ahora viste rojo). El deseo de dar vuelta un orden. Deseo el título. Tengo el título. Deseo que Morano me diga colega. Morano me dijo colega. Deseo más dinero. Consigo más trabajo. Rey Midas….no sigas deseando…que como dijo Atilito en la mesa de examen…”hay que tener cuidado con los deseos, no sea cosa que pase como al rey y el toque dorado porque no iba a poder comer más…ya que todo era de oro”

Paf se acabaron las luces….demasiada bohemia para una noche…

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