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miércoles, 17 de noviembre de 2010

siguen los mitos griegoooos




Se queda pensando en OMPHALE, y analiza si realmente la historia era así… y mientras busca, se encuentra con que cuenta el mito la siguiente historia, a saber:

Hércules y Ónfale


Tras asesinar a su huésped Ifito, los dioses castigaron a Hércules vendiéndolo como esclavo en Asia Menor. El héroe fue comprado por Ónfale, reina de Lidia, quién pagó al dios Hermes, que fue quién se hizo cargo de la transacción, 3 talentos de plata (o sea, unos 78 kilogramos). Hermes luego quiso entregar los 3 talentos a los hijos de Ifito, como compensación, pero su abuelo Eurito les prohibió aceptarlos.
Ónfale había estado casada con el rey Tmolo, y había heredado de él el trono de Lidia.
Hércules sirvió a Ónfale con fidelidad y eficacia, librando a Lidia de los bandidos que la asolaban. La reina también tomó a Hércules como amante, y tuvo tres hijos con él. En Grecia se difundió el rumor de que la actitud del héroe hacia su dueña era tan servil que llegaba a vestirse de mujer y tejer con las esclavas de Ónfale, mientras ella se ponía su piel de león y esgrimía su maza y su arco. No obstante, el rumor era falso.
Lo que sucedió en realidad fue esto: un día en que Hércules y Ónfale visitaban las viñas de Tmolo, Pan -un dios pastoril, torpe y simpático- los vio desde una colina y se enamoró de la reina a primera vista. Al llegar a su destino, Ónfale y su esclavo-amante se entretuvieron intercambiando sus vestimentas. Así, Hércules se puso la delicada túnica púrpura y las sandalias doradas de la reina, mientras que ella se puso su piel de león. Luego, cuando llegó la hora de dormir, se acostaron en camas separadas, pues tenían previsto realizar al amanecer un sacrificio al dios Dionisio, quién curiosamente exigía a sus fieles la abstinencia sexual en las horas previas al ritual.
Pan logró entrar donde Hércules y Ónfale dormían, pero el lugar estaba completamente a oscuras. El dios, entonces, tanteó con delicadeza a los ocupantes de ambos lechos y al sentir la suave túnica de Ónfale creyó, con toda razón, que quién la usaba era ella. Entonces Pan se metió en su cama, pero antes de que hubiese podido siquiera abrazar a quién creía que era Ónfale, fue arrojado fuera de una patada. Ónfale encendió las luces, y cuando ella y Hércules vieron a Pan, magullado, en un rincón, rieron hasta las lágrimas. El dios, rencoroso, fue a todas las cortes de Grecia y les contó a los nobles la falsa historia de Hércules como “esclava” de Ónfale. Pan también ordenó que en lo sucesivo sus sacerdotes asistieran completamente desnudos a sus ritos.
Después de unos tres años de servidumbre, Hércules fue manumitido por Ónfale en agradecimiento por matar a una serpiente gigantesca que habitaba junto al río Ságaris y que destruía a los seres humanos y las cosechas. La reina lo mandó a Grecia cargado de regalos.

Ok ok, la historia no es tan divertida. Le hubiese gustado que fuera diferente, pero qué se le va a hacer, los hombres aedos eran los que creaban estas historias, cómo se le puede ocurrir a mí que de repente una tipa haga caer al prototipo de MACHO GRIEGO. Entonces se pone a pensar que de seguro, Heracles no era tan alto ni tan grandotote ni tan oso como ella se lo imagina. De seguro portaba pelo largo. El pelo largo grasiento, y poco cuidado. De seguro fuese lampiño, todos los griegos que conozco son así. De seguro, no tuviese una maza, sino fuera todo un masacote de persona, para andar obedeciendo lo que dicta todo el mundo, y encima de todo, mandarse cagadas constantemente para pagar castigos impuestos por dioses y hombres. Evidentemente, que de todos los héroes, era puro músculo, porque de cabeza, ni un ápice. Así, también era Aquiles, pura rubicundez y desafío. Colérico porque no se hacían las cosas a su manera….(cosa interesante en quien no tenía “manera”, sólo acción), irrespetuoso, maleducado, y hasta impío, porque se había defecado con bellos retruécanos ante el cadáver del joven príncipe Héctor. La verdad, una mierda de tipo. Todos ven “Troya” y todas mueren de deseo por ese Brad Pitt con trompa de neón (donde todos brillamos) y de repente, piensa que en el fondo Aquiles tampoco le cierra como héroe. Se hace el que le importa la cautiva Briseida, cuando en definitiva, no siente nada, siente hambre de gloria nada más, puro ego. Briseida, Criseida, cualquier eida, en definitiva es lo mismo para quien solo necesita medírsela para ver “quien la tiene más larga” con Agamenón. Interesantemente, es el mismo ridículo que le aparece a Ulises (Odiseo) en el Hades, que de ser posible, habría tomado la decisión de no ir a Troya, y de haberse muerto de viejito junto a una amada posible. Posición de Aquiles ante la vida: simplemente gataflorismo de quien no sabe lo que quiere.
Odiseo, Ulises, Nadie…el favorito…el pura “astucia”, quien es mentiroso como pocos. Inventa la treta del caballo…y ….y es el peor….harina de otro costal. Karinas de otras costas…

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