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jueves, 18 de noviembre de 2010

EL MISMO AMOR, LA MISMA LLUVIA….









Mira la película, y se sorprende del personaje encarnado por Darín. Le parece de lo más romántica y tierna. Escenas prototípicas de amantes que leen, y miran cine y encima caminan por la gran ciudad de Buenos Aires. Hay algunos cortes de luz que muestran la época de la “Primavera alfonsinista”, donde cortes de luces y australes anunciaban una era de esplendor y esperanza de democracia.

Escena uno: ella deja a su novio por su amigo. Terrible, un pibe que estaba en Uruguay llamado Esteban, quien se fue a Uruguay a trabajar y la dejó de llamar por cinco meses. En ese interín, ella se toma dos meses para pensar si vale o no la pena. Y la decisión es correcta, porque vale la pena (o así parece). Y son como Pan con Manteca, y como milanesa con huevo frito….recorriendo la hermosa Buenos Aires con música tanguera. Él, un escritor frustrado, trabaja para una editorial que le parece una porquería. Ella, una contadora toda lógica, hasta que de repente decide virar hacia las artes, y termina pintando una especie de pseudo duendes. Y en esos vericuetos de la sinrazón “Laura y Jorge” se encuentran dandose besos y retozando por una cocina.

Escena dos: ella le dice “Casémonos” (me agarra un coma), y él se pone serio. Ella argumenta que hace un año que viven juntos, y que se aman, y que ella es la mujer que lo impulsa a ser lo mejor que le va a pasar. Él, escucha los argumentos y camina por la calle Pasco. Mientras camina, va pensando “por un lado tengo una mujer que me encanta, que adoro, que es divertida, que es apasionada por lo que hace, que es inteligente, es puro fuego. Por otra parte, tengo una vida de soltero, de relaciones ocasionales y de no compromisos, que me encanta desde hace mucho tiempo…”.

Escena tres: Jorge, toca el timbre de una casa. Se lo ve durmiendo con una chica que atiende el teléfono. Interesantemente la chica se llama Carola. Y de repente suena un teléfono, es ella, Laura, que ha encontrado un papelito en un libro que Jorge leía, y era de una de las “ocasionales”. Ella lo llama, y atiende Carola, instantáneamente, la dueña de casa le pasa el teléfono a Jorge, provocando una peripecia. Ella de un lado del teléfono, cubierta de lágrimas. Él, del otro lado, en bolas. Y la dueña de casa que lo echa.


Escena cuatro: cinco años después, el dejó la editorial y ella volvió con su antiguo amor. Ese que la había dejado, para irse a pintar a Uruguay. Y se va a casar con él. El otro, mientras tanto, con una novia de veinte años, sufre un atragantamiento con el asado de su mejor amigo al enterarse de la noticia. Entonces decide buscarla. La encuentra, siguiéndola. Y ella lo encuentra. Digamos, que se encuentran y terminan en un café hablando de lo que es la nueva vida de ella. Ella encontró la seguridad y la estabilidad (LA FOTO). Ella confía en él, se llama Esteba -el futuro esposo- nombre raro para un pintor.

DIGRESIÓN. EN ESE MOMENTO ME MANDA UN SMS TEXIRA QUE DICE “ESTOY HARTA DE HOMBRES ANFIBIOS QUE NO SE JUEGAN POR NADA Y QUE SON PALABRAS AL VIENTO”. AL TOQUE LA LLAMO PORQUE ME PARECIÓ SIGNIFICATIVO, YA QUE ME ENCONTRABA MIRANDO JUSTAMENTE ESTA PELI. Y SE LA CUENTO, AHÍ ME VOMITA LA HISTORIA PARA CONTAR. JUSTAMENTE ERA UN MAIL. ERA UNA HISTORIA DE AMORES CONTRARIADOS Y UN PEDIDO DE ANALISIS DE MAIL. LEER LAS PALABRAS ME PRODUJERON UN NUEVO ATAQUE DE VÓMITO Y LA BESTIALIDAD DE LEER UN NUEVO COMPENDIO DE ANFIFRASES ME DIERON LA NECESIDAD DE MIRAR LA PELI CON OTROS OJOS. ERAN LAS FRASES HECHAS DE SIEMPRE: “CON VOS SOY TRANSPARENTE COMO CON NADIE”, “YO TE QUIERO, Y NO ENTIENDO COMO TE FILTRASTE EN MI VIDA, PERO AHORA NO SABRÍA QUÉ HACER SIN TU PRESENCIA”, “TE QUIERO PERO NO PUEDO, ESTOY EN OTRA HISTORIA” Y SARASAS. ME PIDE UNA OPINIÓN Y LE DIGO, LE AFIRMO, QUE NO ES UN HOMBRE, QUE ES UN CONCRETO TIPO CRUEL. QUE NO QUIERE A NADIE. QUE NO QUIERE A NADA NI NADIE. QUE NO SE QUIERE. PERO LO MÁS TRISTE, ES QUE NI ELLA QUE LO ESPERA SE QUIERE. TAN POCO VALOR HEMOS APRENDIDO A TENERNOS, QUE ESTAMOS ESPERANDO UN MINIRECONOCIMIENTO DE ALGO (PORQUE DEJARON DE SER ALGUIEN)

Escena cinco: un periodista viejo. Se va de la editorial. Este, Jorge, traga lento y traga una bola de saliva que parece mierda. Un idealista que no miente, es despedido por justamente eso. Por idealista. Ella, Laura, se casó y tiene una hija. Y se ha vuelto productora. Anónimamente le financia una obra. Suficientemente importante como para haberse olvidado de juegos y de fuego. “Con el fuego uno se quema, y el amor tiene que ver con otras cosas, como por ejemplo con la tranquilidad”- le dice con cierta pedantería. Su hijo se llama Gonzalo. “Lo que importa es el cariño, el respeto y el amor de Romeo y Julieta, en el fondo es pura adolescencia, pura pasión”. Él se debe hacer cargo de que escribe de lo que no conoce. No conoce de amor, ni de deseo. Solo conoce el miedo. Sería un gran escritor si se diera cuenta.

Escena seis: anagnórisis. Él se da cuenta de que por miedo actúa como actúa. Creyéndose un rey Midas, todo lo que tocara lo convertiría en oro. Sin embargo, es al revés la cosa, todo lo que toca lo convierte en mierda. Lo dice, convencido bajo la lluvia, con ella adelante. Tiempo después, mientras la mira. Ella se separó, por diferencias “irreconciliables”. Llueve de vuelta. Y ella toma un taxi y le deja un papael con su número de teléfono. Siempre llueve en Buenos Aires. Y se pregunta él mientras la mira “Y si…?”.



Y de repente me encantaría decirle a Syl que todas las cosas que aspiramos deben ser justamente imposibles para poder fluir y para poder cambiar la dirección del deseo. Porque justamente las cosas se sostienen desde la no posibilidad. Si uno creyera que es eterno y unívoco, no tendría ni baches ni rupturas ni mucho menos caídas…es ser justamente ducho y torazo en rodeo propio el aprenderse a caer, y a levantarse constantemente. Ella me dice, que no va a creer más. Y yo le digo que espero que crea, porque si ella no cree, no entiendo que podría ocurrirme. Ella cree porque tiene buenos sentimientos y merece (más que nadie) uno de esos de cuentos de hadas. Le pido que siga esperando porque el 27 a la noche es mi festejo gran. Ella me dice que no cree. Yo le digo que no sea negativa, porque estamos a diez días…y siempre que llueve, sale el sol.

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