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lunes, 31 de mayo de 2010

IGUAL....

ME RÍO MUCHO, JI JI JI....

TEJADA, TEJADA, TEJAAAARRRRRRRDAAAAAAAAA, ¿¿¿¿¿QUÉ MAQUIAVELICISMO PLANEA PARA EL SÁBADO?????? MUEJEJEJJEEJJEEEJJEJEJEJEJJE JEJEJJEEEJEJJEJE JIJIJIJIJIJIJIJIJIJI JIJIJIJIJIJIJIJI POR DIOS....NO HA LUGAR!!!!

domingo, 30 de mayo de 2010

sábado, 29 de mayo de 2010

ME HARTÉ DE SER LA MINA QUE ESCRIBE LINDO, AHORA QUIERO SER LA MUSA INSPIRADORA DE OTRO QUE ESCRIBA SOBRE MÍ (Y SI QUIERE EN MI CUERPO, TAMBIÉN!!!)

indio solari - vuelo a sidney



Triste y con malas intenciones
ya no se que me dicen tus ojos
demostró una tibia en oferta
que se rie y pide volver.
Temblando, temblando

Yo ya se que la fruta no es buena
me contas y me pongo inquieto
Sos tan cruel como tus ambiciones
suplicas que firme tu cheque
Sonriendo, sonriendo...
Temblando y sonriendo....

Amarte es posible
a quien tanto hay me lastima si..
Temor y dolor, nos unen
no puedo pensar, en algo peor.

Ya te ves atascada en Ezeiza
ya perdio el chucho que apostaste
alli esta el numerito en tu cuello
y vos no desperdicias baba
Boqueando, boqueando...

cuarenta razones por las cuales es mejor mirar porno que estar con cualquier infeliz....


Destrozarse, sentirse como el orto, estar totalmente descontrolada física y psíquicamente...se agradece con total buena onda las 40 razones por las cuales el Porno en Internet es lo más liberador y te pone en estado ALFA.


1. Ron Jeremy es hermoso y toda mujer se excita descontroladamente ante su sola presencia.
2. Todos los negros... ya saben.
3. Si vas a la casa de tu amigo y encontrás a la madre sola, fija que te la curtís.
4. Las madres de tus amigos son señoras rubias de no más de 43 años con pechos enormes y ropa provocativa.
5. Si el hombre se deja puestas las medias de toalla es re sexy.
6. Las mujeres suelen tener sexo con botas o zapatos de taco puestas.
7. Los pibes que reparten pizza no paran de estacionar el fitito rosa.
8. Lo mismo con los policías de tránsito: las mujeres hacen cualquier cosa por zafar de una multa.
9. Las enfermeras están buenísimas y acosan a sus pacientes.
10. Cualquier rubia siliconada re baqueta pasa por colegiala si le ponés una jumper.
11. El período es una leyenda urbana.
12. El vello también.
13. Ídem con los condones.
14. Todas las mujeres son bisexuales.
15. Todas las mujeres disfrutan a rabiar de una intensa sesión de sexo con 17 hombres gorditos y feos.
16. Si una mujer está durmiendo... no la despertás con nada.
17. Se puede en el agua, tranquilamente, sin ningún problema.
18. A los hombres no les incomoda verse desnudos y excitados en una misma habitación.
19. La mejor música para el sexo es la que se hace con sintetizadores berretas.
20. Todos tuvimos siempre el secreto deseo de ver fornicar entre sí a las Tortugas Ninja, los Simpson o los Pitufos.
21. Todo el mundo repite "oh yeah" cuando copula.
22. Los hombres tienen erecciones cuando sea, como sea, donde sea y con quien sea.
23. Todos los hombres están circuncidados.
24. Todo se hace a-fue-ra, salvo honrosísimas excepciones.
25. Todas las mujeres son multiorgásmicas.
26. Todas gritan como hienas heridas, sin excepción.
27. Nada jamás duele.
28. Si te estás apareando con tu chica en su casa, seguro que su roommate está tocándose atrás de la puerta.
29. Si sorprendés a una mujer dándose placer a sí misma, no va a gritar de vergüenza: va a copular con vos sí o sí.
30. Todas las gemelas gustan de compartir su hombre.
31. Toda secretaria desea secretamente (o no tanto) a su jefe.
32. Un hombre jamás se masturba.
33. Si tu novia te encuentra con otra chica, no te va a putear en 56 idiomas distintos: se va a enfiestar con ambos.
34. En la cara. Lo a-do-ran.
35. Las japonesas lloran cuando tienen sexo.
36. Nunca en la historia del mundo un chino se curtió una occidental.
37. Todo el mundo tiene un sex tape.
38. El tamaño del miembro es inversamente proporcional a la belleza de la cara.
39. Si no cambiás por lo menos siete veces de posición no vale.
40. Si hacés chanchadas en público no vas preso.

SABADO ANTES DE LA AMASADA



Sábado de lluvia. No es lo mejor para acondicionar una casa. Sin embargo, luego del episodio de stress, recomendación "rodearme de gente que valga la pena y tratar de permanecer sin alteraciones"...de allí que la secuencia de sms del día trocaran en llamados, por la convalesciente Karina. Pico de stress, imágenes de cachorritos labradores...Se agradecen las preocupaciones, estamos todas intactas (aunque algunas partes menos intactas que otras) no duele el marote, como sí duele el hombro derecho luego de la sesión de masajes.

La tarde fue gris (Y llovía y llovía...) escuchando a Leonardo Favio -hito popular si los hay- desde el día de ayer junto a Basile. Sin embargo, por momentos, había cortes de miedo. Eso se debía al susto. El pico de stress produjo consecuencias nefastas: AUTOCONSERVACIÓN. En otro momento de la vida, no me hubiese percatado de lo importante que podría ser un ataque de ese tipo.Pico de stress, imágenes de lindos gatitos siameses La verdad es que uno no puede estar en la misa y en la procesión, y por ende es necesario dejarse de pelotudear en las vacuidades y blablabla...latín, coherencia, y cohesión....y blablabla.

Por otra parte, la tarde es gris y organizo una partida en Carhué, que no está terminada, pero tengo que empezar a asimilarla como mi casa. (y mientras tanto el sol se muere...) no es de lo más grato porque faltan las comodidades necesarias para hacerla feliz (o hacerme feliz?).Pico de stress, imágenes de unicornios azules... En las vueltas de esta casa, no puedo dejar de ver fantasmas en ese lugar, entonces tiro y arrojo las fotos de ese momento. Huyo despavorida hacia el Carrefour para comprar un abastecimiento del tipo como si fueran a venir treinta y cinco soldados marroquíes. Compro snacks porque en definitiva, me agarra el hambre. Pienso en qué estará haciendo (yo no sabía echarte de menos...soy un ladrón que robó dolor....) y la respuesta no me convence en lo más mínimo. Las manos me tiemblan por el horario...en este horario yo estaba, y en Palermo tomando un taxi para....y cierro fuerte los ojos para no pensar y para sacar las imágenes de aquello. Pico de stress, imágenes de conejitos blancos.

Changuito lleno. Compulsiones diferentes: comprar sábanas y una serie de toallas. (¿Para qué?) Lo ignoro, pero sé que son lindas. De la misma manera he adquirido extrañas compañías en mi vida, sólo por no pensar sino porque se sumaban al changuito de mi existencia, y una vez que estaba en la caja, no había más que pagar por ellas. Terrible. (Imagen de la derrota nuevamente). Mientras voy paseando por las góndolas de triples, y bombitas reflexiono sobre por qué dejo que se sume cualquiera en el changuito, por qué no pongo ninguna clase de límites, y en ese momento me doy cuenta de que quedaría genial un plafón en el pasillo. Caigo que la gente que me cae, (valga la redundancia) no es muy diferente a cómo soy yo.

Me enojo al triple. Entonces viro para las cajas. Enojada por haber hecho llamados innecesarios. (TO-TAL-MEN-TE) borro el teléfono camino a las cajas del simpático hipermercado. Caigo en la cuenta de que nadie es lo que uno espera, porque en definitiva el problema está precisamente en la "espera", ¿¿¿esperar??? LA PUTA MADRE, TENGO TREINTA AÑOS, VENGO DE VUELTA DE TERRIBLE FRACASÓN, NO PIENSO SUMAR MÁS GENTE NEGATIVA A MI EXISTENCIA HUMANA. LLamo a Rox y me dice exactamente lo mismo, me habla sobre la pérdida del tiempo, (yo, en cambio, pienso que el tiempo es dinero, mi tiempo vale...y si no le doy un valor, es tiempo muerto). ¿Qué hice desde que el porcino se retiró de mi vida? NADA (BAH, POCO) Suficiente como para constatar que de esta manera, no se asciende a lo que uno quería Karina. Karina deseosa de tener un momento de diversión y de no pensar. Ok, ya lo tuve. Karina focalizada en su laburo (a media máquina, porque de esta manera Karina, no vas a llegar a la cátedra de Teoría). Karina focalizada en sí misma? es una pregunta, pues DEJASTE EL ENTRENAMIENTO Y MAURO TE HIZO QUEDAR COMO EL TOOR EN LA FIESTA DEL ÁREA!!!!

PIENSO EN BELLOS HAMSTERS....PIENSO EN TODOS LOS ANIMALITOS QUE PUEDAN COLOCARSE EN UNA RUEDITA. PIENSO EN BELLOS PONYS...y digo VA' FANGULO!!!!!

AUTOCONSERVACIÓN, QUERIDA MÍA...NADIE LO VA A HACER POR VOS...NO LO HICIERON ANTES, MENOS AHORA QUE ESTÁS EN PLENO VIAJE. PENSALO CON UNA CUOTA DE CEREBRO, QUÉ SE PUEDE HACER ANTE TAMAÑAAAAA PROBLEMÁTICA: NADA...LET IT BE! NO HAY PROBLEMAS SINO REACCIONES DE LA VIDA QUE NOS AHOGAN EN PROBLEMAS. FIJATE VOS, TONTOLOTA MASACOTE, NO PODÉS FOCALIZAR EN TU ACADEMICISMO PORQUE TAMBIÉN TE TIRAN OTRAS GILADAS. PERO DE LAS GILADAS NO SE VIVE. LA GILADA ES PARA ESO MISMO, LA GILADA. BASTA DE ATADURAS Y DE COMPLICACIONES INNECESARIAS. ¿TE PONE MAL QUE TU EX ESTÉ EN CUALQUIERA? que se joda. ¿TE PREOCUPA NO VERTE CON OTRAS PERSONAS? No valen la pena, te separaste nena...vos tomaste la decisión... ¿TE INDIGNA QUE NO TE PRESTEN ATENCIÓN? Dejaste tirados a los microbios para ir por lo que resultó un paramecio...por dios! ¿TE MOLESTA QUE ELLA ESTÉ ENOJADA CON VOS POR EL OTRO? ja ja ja CAGATE DE RISAAAAAAA ¿MUCHO PUNTAJE BAJO? cambiá de KARRRRR-TAS

viernes, 28 de mayo de 2010

sancamaleon - Vos (acustica)




Vos sabes quien soy
Porque vos me hiciste
Yo intente mostrarte
Mi lado más hermoso
Me estrelle entre tus ojos
Y no puedo entrar

Navegas, te vas
Y yo te miro desde acá
Y no sabes lo que se siente estar
Atrás, siempre atrás
Esperando que te acuerdes de mí
Y si, esta todo mal
Vos siempre vas a ser igual

Llevate todo de mi
Mi alma y mi piel
Y no dejes nada aquí
No hay nada que pueda
Dejar de hacerme pensar en vos
Mi nombre en tu boca
Es lo más hermoso que escuche

Y no me sirve este poco
Por que yo vi todo
Y sabes, lo que mas duele
Es que siempre fui honesto con vos

Llevate todo de mi
Mi alma y mi piel
Y no dejes nada aquí
Que me haga acordarme de vos
Vos, vos, vos.



ROOOOOXXXXXX.....LA VIDA ES MÁS SIMPLE DE LO QUE PARECE....TODO SE ASEMEJA A UNA MARAÑA, PERO APENAS TOMÁS DISTANCIA PRUDENCIAL Y TE CORRÉS UN RATITO DE LUGAR...TE JURO QUE SE VE TODO GENIAL. PODADORA EN MANO, HEMOS VISTO TODO, ERGO...A TOMAR POR CULO COMO DICEN LOS GALLEGOS!!!!

Dirty Dancing - Time of my Life (Final Dance) - High Quality




DEDICADÍSIMO A LAS MUJERES DE MI VIDA CON LAS CUALES HE VISTO ESTA PELI HASTA EL HARTAZGO. MUJERES CON LAS CUALES DESEARÍA VER ESTA PELI....

A SILVINA: SI LA HABREMOS VISTO EN VIVO Y EN DIRECTO SÁBADOS A LA TARDE TRATANDO DE OLVIDARNOS DE BONANO. YO ENAMORADA DE BENNAZOLLI...POR DIOS...

A SOLEDAD: POR DIOS, DO YOU REMEMBER, FIESTA DEL CÁNIDO Y VOS BOTAS COLORADAS MIENTRAS LLORÁBAMOS EBRIAS CON WHISKY, Y UN CHICO, SERGIO (BIGOTES, ME DESCOMPONGO.COM) PENSABA QUE NOS ÍBAMOS A ENFIESTAR PORQUE ESTÁBAMOS DEPRIMIDAS....

A YAMILA: SESIONES DE PELÍCULAS ROMÁNTICAS QUE QUERÍA VER VANI Y BABY Y NOS HACÍAN FUMAR. LO TERRIBLE ES QUE NOSOTRAS APRENDIMOS A REALIZAR LAS COREOGRAFÍAS...(LAS SABEMOS!)

A ROX: POR LOS CAPÍTULOS DE 'ANATOMÍAS DE GREY' QUE SI NO SON TANNNN CURSIS, RONDAN UN POQUITO LA BARRABASADA DEL DIRTY DANCING...PERO TE QUIERO PORQUE SOS PURO CORAZÓN, AMIGAAAAAAA (NO A MÁS DE 600 KCAL)

A PIÑERO: AMIGA...ESPERANDO LA FIESTITA DEL CONEJAR EN EL REENCUENTRO PRÓXIMO CON ESA GENTE LINDA...DIRTY DANCING UN POROTO...AGARRO AL CHOLE, Y TERMINO ABRAZADA CUAL KOALA Y ME TIENEN QUE SACAR CON UNA TOPADORA. ME SUPONGO QUE LO MISMO OCURRIRÁ CON EL INDIGENTE QUE "TENÍA UN PERRO Y UN CONEJO" AMIGO SUYO....POR DIOS...QUÉ LINNNNNNNDOOOOOOS!

A ROMINA: DESDE DONDE ESTÉS...

A FLORA: ¿PARA QUÉ HACER UNA COREO CUANDO EN DEFINITIVA YA TE LO CHAPASTE?

A PAULI: "TE JURO, PERO TE LO JURO QUE VAMOS A SALIR DE CACERÍA Y VAMOS A ENCONTRAR AL OSO DEL ABRAZOOOOOO"....ESO SÍ, QUE SEA ORDENADO, LIMPITO Y PROLIJITO....AUNQUE SE VAYA LA VIDA TRAS CUANTO CARA DE NABO CON LENTES PASE POR ADELANTE....

YO, QUE TANTAS HE SIDO...



YO, KARINAAAA, LUDIMAGISTER, JO-KAR, TORRISI Y FEMINA INFAME, NOS JUNTAMOS EN PLENO ÁGAPE PARA PENSAR QUÉ TIPO DE MINAS HEMOS SIDO. INFIDENCIAS VARIAS, PARECE QUE AL FIN LUDIMAGISTER SE DEDICA A TRABAJAR EN SERIO (COMO SUELE DECIR CUÁNDO LA ATROPELLAN, O CUANDO ELLA MISMA SE ATROPELLA) ANTE EL ATAQUE POR SU ONDA VAGA QUE ESTÁ TENIENDO EN LOS ÚLTIMOS -HORAS, DÍAS, MESES ¿QUIZÁS AÑOS?-. FEMINA INFAME TOMARÁ UN RUMBO MÁS SERVICIAL, ES DECIR QUE DEJANDO UN POCO LA IMPOSTURA DE SER TAN INFAME, LE HARA HONOR A LA FAMA DE 'BUENA MINA' QUE LA CARACTERIZA PARA IMPULSAR SU PROPIA HISTORIA. ESTAMOS TODAS CONTENTAS ANTE LAS POCAS INTERVENCIONES DE JO-KAR, PUES PARECE QUE LOS ÁNIMOS DE UN TIEMPO A ESTA PARTE HAN DETENIDO SU FUROR...UN POCO NORMAL ES LA DISTANCIA DE TORRISI (QUE NO SE SABE A CUÁL DE TODAS ESTÁ DESAPROBANDO CON LA MIRADA), PERO DE LO QUE SÍ ESTAMOS ORGULLOSAS ES DE QUE KARINAAAA HAYA ABANDONADO LOS NOCIVOS VICIOS DE SU VIDA COTIDIANA PARA DEDICARSE A ALGUNA TAREA MÁS ELEVADA (EN EL ESPÍRITU, EN EL ESPÍRITU, QUE QUEDE CLARÍSIMO, NADA DE ANDAR LEYENDO QUE SE BUSCA UN NOVIO DE MÁS DE UN METRO NOVENTA...) ERGO, SI TODAS ESTÁN ENCAMINADAS.... O ES LA CALMA QUE ANTECEDE A LA TORMENTA, O HAY QUE APRENDER A DISFRUTAR DE LA TRANQUILIDAD (JA!). ESO DIJO EL DR EN LA PUERTA DE LA HABITACIÓN DE LAS CINCO ENGENDRAS MIENTRAS LE TOMABA LA PRESIÓN Y LA MIRABA CON OJOS DE CERVATILLO PENSANDO: "ACV, ACV, ACV". SALIDAS TODAS DEL TRAUMATISMO, ASUSTADAS POR EL PICO DE STRESS, PERO ARMANDO LA VIEJA GUARDIA PENSARON AL UNÍSONO:

"YO QUE TODAS HE SIDO..." Y COMPLETARON LA FRASE...

1. "YO QUE TODAS HE SIDO, HE SIDO LA BUENA HIJA QUE TRAÍA NOTAS BRILLANTES PARA QUE SUS PADRES SE SINTIERAN ORGULLOSOS", SIN EMBARGO ME DECÍAN QUE ERA MI DEBER...QUE ERA MI OBLIGACIÓN, Y QUE ERA LO QUE CORRESOPONDÍA.

2. "YO QUE TODAS HE SIDO, HE SIDO UNA GENIAL PRIMA COPADA, DE ESAS QUE TE PRESTABAN DESDE ROPA PARA SALIR, HASTA EL CHONGO DEL CHOBOLI PARA QUE EL SUJETO INTERESANTE NOTARA A LAS OTRAS", SIN EMBARGO EL PAGO RECIBIDO FUE UNA PATADA EN EL ORTO Y UN CONSECUENTE, 'YO ELEGÍ UNA VIDA DISTINTA'

3. "YO QUE TODAS HE SIDO, HE SIDO UNA GENIAL DOCENTE. HE SIDO Y SOY PORQUE CREO EN QUE LA ÚNICA FORMA DE SALIR ADELANTE ES DEFENDIENDO LA EDUCACIÓN, ENARBOLANDO LA BANDERA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA, Y MEJORANDO CADA DÍA MÁS LOS CONTENIDOS PARA QUE LOS PIBES NO SEAN PRESOS DE UN SISTEMA DE CASTAS"; SIN EMBARGO SOY LA CHICA ZONA NORTE EN EL TRABAJO Y LES DOY CLASES "PARTICULARES" O SEA, DIFERENCIADORAS Y EXCLUSIVAS A LA GENTE DE NORDELTA. CIERRO EL ORTO, Y SIGO CANTANDO BAJITO

4. "YO QUE TODAS HE SIDO, FUI LA NOVIA IDEAL". FUI DE LAS QUE TOLERAN AMIGOS INSOSTENIBLES Y LE TRATAN DE BUSCAR LA VUELTA, FUI DE LAS QUE SE FUMAN EL ÚLTIMO PUCHO A MEDIAS CON EL MEJOR AMIGO, Y FUI DE LAS QUE JUEGAN A LA PLAY, POKER, Y OTROS JUEGOS CON LOS AMIGOS DEL SUJETO DE TURNO. HE SIDO TAN GENIAL, QUE PASÉ A SER UN AMIGO MÁS, ERGO NO HAY LUGAR PARA LO FEMENINO. SÍ PARA LA CHICANA FEMINISTA. ME VOY CON EL PELO TRENZADO DE LA BRONCA. NUNCA LOS TENDRÍA QUE HABER DEJADO GANAR AL WINNING ELEVEN.

5. "YO QUE TODAS HE SIDO, FUI LA GENIAL COMPAÑERA". NO ME QUEJABA DE LAS MEDIAS TIRADAS, POR AHÍ SÓLO PEDÍA UN CAFÉ A LA MAÑANA COMO PARA COMPENSAR. NO FUI DE LAS CARGOSAS QUE SE ENOJABAN POR LA INVASIÓN, SÍ ME HE QUEJADO DE LAS GENTE QUE REGRESABA A LAS 4, 5 DE LA MAÑANA. YO QUE HE SIDO TODAS ESAS, AHORA ME CAGO EN TODO Y EN MI CASA, MIS REGLAS. POSAVASOS O NADA. TRAPITO EN DONDE TE APOYES. YA NO TENGO TANTA SIMPATÍA Y TOLERANCIA.

6. "YO QUE TODAS HE SIDO, ME HARTÉ DE SER LA MUJER QUE ESCRIBE Y QUE ESCRIBE TRATANDO DE QUE LAS IDEAS BROTEN MÁGICAMENTE", O QUIZÁS QUIERA SEGUIR ESCRIBIENDO POR EL RESTO DE MI VIDA...PERO LO QUE QUIERO, ES DEJAR DE SER LA CHICA ESCRIBIENTE PARA SER MUSA INSPIRADORA DE OTRO...

7. "YO QUE TODAS HE SIDO, NUNCA FUI LA CHICA QUE SE ELIGE EN UN LUGAR", PORQUE NADIE SE DA CUENTA DE LAS VERDADERAS CHICANAS Y ATRAVESARLAS PARA HABLAR. PROBABLEMENTE MI CINISMO Y MI ASQUEROSA PEDANTERÍA, TAMBIÉN SEAN FACTORES INTERESANTES DE ANALIZAR...

8. "YO QUE TODAS HE SIDO, FUI LA ACRÓBATA EN LA CAMA DE TODOS"... FUI MUÑECA DE GOMA, PLASTILINA, BOGUS, FUI FETICHE Y LA MINA QUE ES ESPEJO DEL OTRO...¿CÓMO SI SIRVIERA PARA ALGO? SI ALGO HE APRENDIDO ES A QUE EL ÚNICO SENTIMIENTO VERDADERO Y ÚNICO QUE VALE EN UNA CAMA ES EL EGOÍSMO. SI YO ACABO, GENIAL, SI VOS NO...LO SIENTO PAPI!

9. "YO QUE TANTAS HE SIDO, FUI LA POTENCIADORA DE SUS ESFUERZOS"...SIEMPRE TRATANDO(ME) DE PIGMALIÓN, CREO QUE EL OTRO ME BUSCA PARA MODIFICAR COSAS QUE NO SE ANIMA A HACERLO POR SÍ MISMO. ERGO, TERMINO TRATANDO DE HACER NOTAR FALENCIAS QUE EL OTRO SABE QUE LAS TIENE Y QUEDAN COMO EL ORTO, PORQUE EN DEFINITIVA, ME SACAN TODAS LAS GANAS DE ADMIRARLO...TRISTE, PERO CIERTO.

10. "YO QUE TANTAS HE SIDO, NUNCA FUI LA MINA LINDA"... LAS LINDAS SON MIS PRIMAS, LAS LINDAS SON MIS AMIGAS, LAS LINDAS SON MIS COMPAÑERAS, TODAS LAS MUJERES SON LINDAS PARA TODOS LOS QUE ME CONOCEN. YO SOY SOLAMENTE (NO ES POR DESMERECERLO, PERO EL "SOLAMENTE" TIRA ABAJO) "INTELIGENTE", Y LUEGO DE UNA CRISIS EN LA QUE PUDE HABER PERDIDO MASA ENCEFÁLICA, ES COMO SI A LAS ELECTROSTARS PERDIERAN SILICONAS. SIENTO QUE POR UN MOMENTO, (AHORA ESTOY RE-TIRADA Y RETIRADA) QUIERO SER LINDA... PERO A NIVEL METAFÍSICO, TIPO DECIR...QUIERO SER LINDA Y MAÑANA DESPERTARME COMO EL BURRITO DE SHREK SIENDO UN CABALLO BLANCO DIVINO...YA SÉ, UNA FRÍVOLA.

Kate and Sawyer

Lost-Clip3-sawyer and kate cage scene

jueves, 27 de mayo de 2010

Perdida en palabras...empalabrada...empachada de palabras...empaKAda en no salir de la KAma



Mi negro vestir
dice mucho más de mí
que tus palabras

Las certezas son
mentiras verdaderas
que no me creo

Los monólogos
ponen al descubierto
mi narcisismo

La fidelidad
como otros compromisos
no es para siempre

Quiero degustar
tus pechos sabor a miel.
Me diagnostico un empacho

A través de los tiempos modernos...

Hacía bastante que se conocían bastante. Él ya no vivía donde Ella y había elegido no volver nunca más; no de modo definitivo al menos. La comunicación entre ambos era moderna y los temas antiguos: conversaciones llenas de nadidad y de sexo. Hasta que a Ella se le murió la computadora. Diagnóstico: recalentamiento. Remedio: estrangulamiento de palabras antes de seguir mostrando lo INDEFENDIBLE.

DESEOS DE ELLA Y DESEOS DE ÉL...


ELLA QUIERE:

A. QUE SEA LARGA Y DURA(DERA)
B. QUE NO LE HAGA DOLER (O DE ÚLTIMA COMPRE ALGO!)

ÉL QUIERE:

A. TRAGÁRSELA ES UNA BUENA FORMA DE NO DESPERDICIARLA
B. PLAN DE traSEXO.

ELLA DESEA:

HACERLE TRAGAR SU IMPLACABILIDAD

ÉL DESEA:

HACERLE TRAGAR UN CACHO É CARNE

SIMPLICIDADES DE LA VIDA COTIDIANA....

Borges y Yo

La casa de Asterión Jorge Luis Borges




Y la reina dio a luz un hijo que se llamó Asterión. Apolodoro: Biblioteca, III, I

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.

El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Loas enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos.

Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.

No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce* los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce* los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.

Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor, Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?

El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.

-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.

* el número catorce vale por infinitos

Jorge Luis Borges
El aleph (1949)

viernes, 21 de mayo de 2010

mmmmm ¿¿¿¿Alexander?????

Yo que tantas personas he sido, pregunto ¿Estaré haciendo una licenciatura de la locura? Miro Alexander hasta las tres de la mañana (ALEXANDER, PELÍCULA PEDORRA SI LAS HAY) para tratar de encontrar un trasfondo que me resulte interesante. Pasan los minutos y me sorprendo de que Angelina en el rol de la reina Olimpia no envejezca. Por otro lado, me enojo lo suficiente por ver que el papel del Alejandro este tiene menos onda que un renglón, pero no puedo decir lo mismo de Hefestión. Instantaneamente, en plena paideia holliwodense, me pongo a pensar en que en el Libre de Alexandre que me fumé en Española Medieval, no se hace referencia alguna a la pareja de Alejandrito y me enojo al analizar el concepto de ficción. Ok ok, tengo en claro que la ficción no es más que una construcción verosímil realizada por el narrador para que el tarúpido lector realice su lectura, pero me indigna un poquitin pensar que la construcción deba ser tan alejada de un realismo. Me pongo a meditar en teorías literarias para mis escritos y me doy cuenta de que si mi verdadera intencionalidad radica en escribir ficción o crítica literaria. Siento un cosquilleo al pensar si primero viene el huevo o la gallina, o terminar como crítica de segunda no es más que la admisión del fracaso más puro. Entonces, la película muestra una escena, de las más purulentas que pudiesen existir, pero que obviamente (por cuestión de poxicidad, es la que me atrae) la caída de Alejandro en manos de los Hindúes....seres dotados de la capacidad de la meditación, ensueño y blabletas del espíritu. Y me agarra un ataque de bloqueo lingüístico, por primera vez me olvido de lo que iba a decir, y solo sale un poco trillado "LA PUTA MADRE" y me mareo al pensar(ME) occidentalizada y caída frente al espíritu. Toda la civilización, ida a la mierda en medio de un ataque de ira. Veo que Alejandro, cae por toda su ira también...un imperio de la grandeza y de la civilización, caído por la propia barbarie de aquél que supone ser su exponente. Miro y miro cada vez nas raudamente y me supongo personaje literario, disociándome en un momento de risotada en donde tengo la suficiente humildad para darme cuenta de que no habría forma de que alguien se embolara la cabeza creando un personaje literario de la elitista peroncha (jajajajjaaj, es genial la antítesis). He ahí donde pienso que si uno quisiera podría lograr un montón de Alejandrías propias..escucho KASHmir, me dejo llevar por uno a uno de los acordes, y pienso que acorde también es "A-Cordis" (corazón en latín) y me doy cuenta de que es musicalmente hecho para hacer temblar el corazón...caigo en que lo ideal sería acompañar el divague mental con un poco de música de este tipo, y me da pánico porque la asociación de ideas puede terminar con Arjona, y todo por ver que de repente Alexander esta casi medio muerto en medio de un escudo (es realmente un escudo?) un escudo que no me acuerdo de haber leído ni visto en ninguna representación ( y la puta madre que no pueda ser que no sea capaz de disfrutar cualquier cosa sin pensar en que pueda haber algo del otro lado que haya que analizar) y sigo viendo y sigo viendo ya automáticamente que en este lugar toda la angiüedad clásica no es más que una fucking representación. Y creo que era de esto de lo que quería hablar realmente, me parece que me hinché las pelotas de los personajes y de las categorías literarias. Al igual que Morelli me dejaré de los tópicos y motivos para hablar de figuras, como si en definitiva las cosas cambiaran. Cansa escribir ontologías hasta cualquier hora de cualquier pelagatos, cansa un poco que de repente a las palabras se las lleve el viento y de repente (la nueva logia iombo iombo?) DEBA ESCRIBIR PARA OTRO EN VEZ DE ESCRIBIR PARA LO QUE QUIERO. Y lo terrible comienza en el momento en que uno se da cuenta de que no sabe lo que quiere o cree saber qué quiere pero se niega a hacer sacrificios porque la vida es tan fácil y monótona y simple, y a fin de mes uno está tranquilo porque en definitiva, siempre están las vacaciones, y la misma gente y la misma vida y lo mismo de siempre y la misma cosidad de todos los días que termina haciendote un nudo en la garganta porque todos los días son iguales. Y si bien uno trata de hacer la rutina de la "no rutina" termina haciendo lo mismo de siempre que es tratar de inventarSE algo diferente como si hubiese que hacerlo para aguantar (QUÉ????) y no dejo de pensar en la posibilidad de que este año esté estanKAdo en algo que no sé bien qué es...no es la casa, es la verdadera gana de mandar todo al demonio e irme pero tengo en claro que para hacerlo debo bajar la cabeza y tres veces por semana hacer las correcciones de medio mundo, para poner la linda carita de LO-BIEN-QUE-LA-ESTOY-PASANDO en las reuniones y de repente caer en la realidad de que quiero no estar poniendo esa carita y que desearía revolearles a cada uno una DON SATUR y/ o el carbohidrato que sea que se pone en las mesas de reuniones para indignarme más que nunca y terminar a los gritos pelados diciendo, me cago en todo...como la paloma que pasa ahora por mi cabeza y sabe que si lo llegara a considerar terminaría como carne de gusanos....

jueves, 20 de mayo de 2010

NO SOY PRISIONERO DE MI RAZÓN...


El hastío ha dejado de ser mi amor. Las cóleras, los libertinajes, la locura -cuyos impulsos y desastres conozco-, todo mi fardo está en el suelo. Apreciemos sin vértigo la extensión de mi inocencia. Ya no sería capaz de pedir la confortación de un apaleo. No me creo embarcado para unas bodas, con Jesucristo por suegro.
No soy prisionero de mi razón. He dicho: Dios. Quiero la libertad en la salvación: ¿cómo alcanzarla? Me abandonaron las aficiones frívolas. Ya no necesito la abnegación ni el amor divino. No echo de menos el siglo de los corazones sensibles. Cada cual tiene su razón, desprecio y caridad: retengo mi sitio en la cúspide de esta angélica escala de buen sentido.
En cuanto a la felicidad establecida, doméstica o no... no, no puedo. Estoy demasiado disperso, demasiado débil. La vida florece por el trabajo, vieja verdad: en cuanto a mí, mi vida no es suficientemente pesada, vuela y flota lejos por encima de la acción, ese caro lugar del mundo.
¡Cómo me vuelvo solterona, lo que me falta el coraje de amar la muerte!
Si Dios me concediera la calma celeste, aérea, la plegaria, como a los antiguos santos. ¡Los santos! ¡qué fuertes! Los anacoretas, ¡artistas como ya no los hay!
¡Farsa continua! Mi inocencia me da ganas de llorar. La vida es la farsa en la que todos figuramos.

RIMBAUD

QUISO LA COSA QUE UNO NECESITE PALABRAS AJENAS...

Cedes a estas metamorfosis que una mano
cumple en ti, te llenas de ritmos, hendiduras, te
vuelves tablero, reloj de luna, muralla de aspilleras
abiertas a lo que acecha siempre del otro lado,
máquina de contar cifras fuera de las cifras, astrolabio
y portulano para tierras nunca abordadas, mar
petrificado en el que resbala el pez de la mirada.

miércoles, 19 de mayo de 2010

ser "la cosa" O MORIR HEIDEGGERIANAMENTE

¿Qué es lo cósico de la cosa? ¿Qué es la cosa en sí ? Sólo llegaremos a la cosa en sí si antes nuestro pensamiento ha llegado a la cosa como cosa.

La jarra es una cosa en cuanto recipiente. Es cierto que esto que acoge necesita de una producción. Pero la condición de ser producida por el alfarero no constituye en modo alguno lo propio de la jarra en cuanto jarra. La jarra no es un recipiente porque fue producida sino que tuvo que ser producida porque es este recipiente.

La producción, ciertamente, hace entrar la jarra en aquello que le pertenece como propio. Ahora bien, esto que es propio de la esencia de la jarra no es nunca fabricado por la producción. Separada de su fabricación, la jarra, que está para sí misma, tiene que acogerse coligada allí. En el proceso de la producción, la jarra, ciertamente, tiene primero que mostrar su aspecto al que la produce. Pero esto que se muestra-a-sí, el aspecto (el eädow, la Þd¡a), caracteriza a la jarra sólo desde el punto de vista de que el recipiente está frente al que lo produce como lo que tiene que ser producido.

Sin embargo, lo que es este recipiente que tiene este aspecto como esta jarra, lo que es la jarra como esta cosa-jarra no se puede experienciar nunca, ni mucho menos pensar de un modo adecuado, desde el punto de vista del aspecto, la Þd¡a. De ahí que Platón, que ha visto la presencia de lo presente a partir del aspecto, haya pensado tan poco la esencia de la cosa como Aristóteles y todos los pensadores que han venido después. Más bien lo que ha hecho Platón, y de un modo decisivo para la posteridad, ha sido experienciar todo lo presente como objeto del producir. En lugar de objeto (Gegenstand), diremos de un modo más preciso pro-veniente (Her-stand). En la plena esencia del pro-venir prevalece un doble pro-venir; por una parte, el pro-venir en el sentido del tener su origen..., ya sea un traerse a sí delante, ya sea un ser producido; por otra, el pro-venir en el sentido del entrar-a-estar de lo producido en el estado de desocultamiento de lo ya presente.

Sin embargo, toda representación de lo presente en el sentido de lo pro-veniente y de lo obstante, no alcanza nunca a la cosa en cuanto cosa. La cosidad de la jarra descansa en el hecho de que ella es como recipiente. Nos daremos cuenta de lo que es lo que acoge del recipiente si llenamos la jarra. Está claro que las paredes y el fondo de la jarra son los que se hacen cargo de acoger. ¡Pero despacio! Cuando llenamos de vino la jarra, ¿vertemos el vino en las paredes y en el fondo? Todo lo más, lo que hacemos es verter el vino entre las paredes y sobre el fondo. Paredes y fondo son evidentemente lo impermeable de la jarra. Ahora bien, lo impermeable no es todavía lo que acoge. Cuando llenamos del todo la jarra, el líquido, fluye en la jarra vacía. El vacío es lo que acoge del recipiente. El vacío, esta nada de la jarra, es lo que la jarra es como recipiente que acoge.

Ahora bien, la jarra consta de paredes y fondo. Aquello de lo que consta es lo que hace que la jarra esté en pie. ¿Qué sería de una jarra que no estuviera en pie? Cuando menos sería una jarra mal hecha; seguiría siendo una jarra, pero una jarra que, si bien acogería, como jarra que se tumba continuamente dejaría salir aquello que ha acogido. Pero dejar salir lo acogido es algo que sólo puede hacerlo un recipiente.

La pared y el fondo de los que consta la jarra y gracias a los cuales la jarra se mantiene en pie no son propiamente lo que acoge. Pero si esto último descansa en el vacío de la jarra, entonces el alfarero, que con el torno da forma a la pared y al fondo, lo que hace no es propiamente la jarra. Lo único que hace es moldear la arcilla. No... moldea el vacío. Para él, hacia él y a partir de él moldea la arcilla dándole una forma. El alfarero lo primero que hace, y lo que está haciendo siempre, es aprehender lo inasible del vacío y producirlo en la figura del recipiente como lo que acoge. El vacío de la jarra determina cada uno de los gestos de la actividad de producirla. La cosidad del recipiente no descansa en modo alguno en la materia de la que está hecho, sino en el vacío que acoge.

LO QUE SIGNIFICA "LA COSIDAD"

¿Existen objetos fuera del sentido, es decir, casos límites? .

Un objeto no significante, no bien es tomado a su cargo por una sociedad – y es imposible que esto suceda- funciona por lo menos como signo de lo insignificante, se significa como insignificante. El sentido es siempre un hecho de cultura. Ese hecho de cultura, es incesantemente naturalizado, reconstruido en naturaleza, por la palabra que nos hace creer en una situación puramente transitiva del objeto. Podemos incluso imaginar que frente a un objeto o una colección de objetos aplicamos una lectura propiamente individual, que invertimos en el espectáculo del objeto lo que se podría llamar nuestra propia psykhe: sabemos que el objeto puede suscitar en nosotros lecturas de nivel psicoanalítico. Esto no elimina la naturaleza sistemática, la naturaleza codificada del objeto.

SERES FRAGMENTADOS ESTRUCTURALMENTE HABLANDO (AGRADECIDÍSMA A MI AMIGO ROLAND BARTHES POR EXISTIR)





Espero una llegada, una reciprocidad, un signo prometido. Puede ser fútil o enormemente patético. Todo es solemne: no tengo sentido de las proporciones.
Hay una escenografía de la espera: la organizo, la manipulo, destaco un trozo de tiempo en que voy a imitar la pérdida del objeto amado y provocar todos los afectos de un pequeño duelo, lo cual se representa, por lo tanto, como una pieza del teatro.
La espera es un encantamiento: recibí la orden de no moverme. La espera de una llamada telefónica se teje así de interdicciones minúsculas, al infinito, hasta lo inconfesable: me privo de salir de la pieza, de ir al lavabo, de hablar por teléfono incluso; sufro si me telefonean; me enloquece pensar que a tal hora cercana será necesario que yo salga, arriesgándome así a perder el llamado. Todas estas diversiones que me solicitan serían momentos perdidos para la espera, impurezas de la angustia. Puesto que la angustia de la espera, en su pureza, quiere que yo me quede sentado en un sillón al alcance del teléfono, sin hacer nada.
El ser que espero no es real. El otro viene allí donde yo lo espero, allí donde yo lo he creado ya. Y si no viene lo alucino: la espera es un delirio.



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Como Relato (Romance, Pasión), el amor es una historia que se cumple, en el sentido sagrado: es un programa que debe ser recorrido. Para mí, por el contrario, esta historia ya ha tenido lugar; porque lo que es acontecimiento es el arrebato del que he sido objeto y del que ensayo (y yerro) el después. El enamoramiento es un drama, si devolvemos a esta palabra el sentido arcaico que le dio Nietzsche: "El drama antiguo tenía grandes escenas declamatorias, lo que excluía la acción". El rapto amoroso (puro momento hipnótico) se produce antes del discurso y tras el proscenio de la conciencia: el "acontecimiento" amoroso es de orden hierático: es mi propia leyenda local, mi pequeña historia sagrada lo que yo me declamo a mí mismo, y esta declamación de un hecho consumado (coagulado, embalsamado, retirado del hacer pleno) es el discurso amoroso.



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Humboldt llama a la libertad del signo locuacidad. Soy (interiormente) locuaz, porque no puedo anclar mi discurso: los signos giran "en piñón libre". Si pudiera forzar el signo, someterlo a una sanción, podría finalmente encontrar descanso. Pero no puedo impedirme pensar, hablar; ningún director de escena está ahí para interrumpir el cine interior que me paso a mí mismo y decirme: ¡Corte! La locuacidad sería una especie de desdicha propiamente humana: estoy loco de lenguaje: nadie me escucha, nadie me mira, pero continuo hablando, girando mi manivela.



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Para poder interrogar al destino es necesaria una pregunta alternativa (Me quiere / No me quiere), un objeto susceptible de una variación simple (Caerá / No caerá) y una fuerza exterior (divinidad, azar, viento) que marque uno de los polos de la variación. Planteo siempre la misma pregunta (¿seré amado?), y esta pregunta es alternativa: todo o nada; no concibe que las cosas maduren, que sean sustraídas a la oportunidad del deseo. No soy dialéctico. La dialéctica diría: la hoja no caerá, y después cae; pero entretanto habrás cambiado y no te plantearás ya la pregunta.



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Para mostrarte dónde está tu deseo basta prohibírtelo un poco. X... desea que esté allí, a su lado, pero dejándolo un poco libre: ligero, ausentándome a veces, pero quedándome no lejos: es preciso, por un lado, que esté presente como prohibido, pero también que me aleje en el momento en que, estando en formación ese deseo, amenazaría con obstruirlo. Tal sería la estructura de la pareja "realizada": un poco de prohibición, mucho de juego; señalar el deseo y después dejarlo.



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Desacreditada por la opinión moderna, la sentimentalidad del amor debe ser asumida por el sujeto amoroso como una fuerte transgresión, que lo deja solo y expuesto; por una inversión de valores, es pues esta sentimentalidad lo que constituye hoy lo obsceno del amor.
(Tomaré para mí el desprecio con el que se abruma todo pathos: en otro tiempo, en nombre de la razón, hoy, en nombre de la "modernidad", que requiere un sujeto, con tal que sea "generalizado".)
Dí con un intelectual enamorado: para él, "asumir" (no reprimir) la extrema tontería, la tontería desnuda de su discurso, es la forma necesaria de lo imposible y de lo soberano: una abyección tal que ningún discurso de la transgresión puede recuperarla y que se expone sin protección al moralismo de la antimoral. De ahí que juzgue a sus contemporáneos modernos como otros tantos inocentes: lo son los que censuran la sentimentalidad amorosa en nombre de una nueva moral (Nietzche): "El sello distintivo de las almas modernas no es la mentira sino la inocencia, encarnada en el moralismo falso" . (Inversión histórica: no es ya lo sexual lo que es indecente; es lo sentimental -censurado en nombre de lo que no es, en el fondo, más que otra moral.)
El enamorado delira ("desplaza el sentimiento de los valores"), pero su delirio es tonto. El daimon de Sócrates le soplaba: no. Mi daimon es por el contrario mi tonteria: como el asno nietzscheano digo sí a todo, en el campo del amor. Me obstino, rechazo el aprendizaje, repito la misma conducta; no se me puede educar - y yo mismo no lo puedo hacer; mi discurso es continuamente irreflexivo; no sé ordenarlo, graduarlo, disponer de enfoques, las comillas; hablo siempre en primer grado; me mantengo en un delirio prudente, ajustado, discreto, domesticado, trivializado por la literatura.
Todo lo que es anacrónico es obsceno. Como divinidad (moderna), la Historia es represiva, la Historia nos prohíbe ser inactuales. Del pasado no soportamos más que la ruina, el monumento, el kitsch o el retro, que es divertido; reducimos ese pasado a su sola rúbrica. El sentimiento amoroso está pasado de moda (demodé), pero ese demodé no puede siquiera ser recuperado como espectáculo: el amor cae fuera del tiempo interesante; ningún sentido histórico, polémico, puede serle conferido; es en esto que es obsceno.
En la vida amorosa, la trama de los incidentes es de una increíble futilidad, y esta futilidad, unida a la mayor formalidad, es sin duda inconveniente. Cuando imagino seriamente suicidarme por una llamada telefónica que no llega, se produce una obscenidd tan grande como cuando, en Sado, el papa sodomiza a un pavo. Pero la obscenidad sentimental es menos extraña, y eso es lo que la hace más abyecta; nada puede superar el inconveniente de un sujeto que se hunde porque su otro adopta un aire ausente.
La carga moral decidida por la sociedad para todas las transgresiones golpea todavía más hoy la pasión que el sexo. Todo el mundo comprenderá que X... tenga "enormes problemas" con su sexualidad; pero nadie se interesará en los que Y... pueda tener con su sentimentalidad: el amor es obsceno en que precisamente pone lo sentimental en el lugar de lo sexual.
La obscenidad amorosa es extrema: nada puede concentrarla, darle el valor fuerte de una transgresión; la soledad del sujeto es tímida, carente de todo decoro: ninbún Bataille le dará una escritura a ese obsceno. El texto amoroso está hecho de pequeños narcisismos, de mezquindades psicológicas; carece de grandeza: o su grandeza es la de no poder alcanzar ninguna grandeza. Es pues, el momento imposible en que lo obsceno puede verdaderamente coincidir con la afirmación, el amén, el límite grado de lo obsceno.



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La catástrofe amorosa está quizás próxima de lo que se ha llamado, en el campo psicótico, una situación extrema, que es "una situación vivida por el sujeto como algo que debe destruirlo irremediablemente"; la imagen surge de lo que pasó en Dachau. ¿No es indecente comparar la situación de un sujeto con mal de amores a la de un recluso de Dachau? Estas dos situaciones tienen, sin embargo, algo de común: son, literalmente pánicas: son situaciones sin remanente, sin retorno: me he proyectado en el otro con tal fuerza que, cuando me falta, no puedo recuperarme: estoy perdido, para siempre.

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Desde hace cien años se considera que la locura (literaria) consiste en esto: "Yo es otro": la locura es una experiencia de despersonalización. Para mí, sujeto amoroso, es todo lo contrario: es a causa de convertirme en sujeto, de no poder sustraerme a serlo, que me vuelvo loco. Yo no soy otro: es lo que compruebo con pavor.
(Cuento zen: un viejo monje está ocupado a pleno sol en desecar hongos: "¿Por qué no hace que lo hagan otros? -Otro no es yo, y yo no soy otro. Otro no puede hacer la experiencia de mi acción. Yo debo hacer la experiencia de descar los hongos.")
Soy indefectiblemente yo mismo y es en esto en lo que radica mi estar loco: estoy loco puesto que consisto.
Es loco aquel que está limpio de todo poder. -¿Cómo? ¿Acaso el enamorado no conoce ninguna excitación de poder? El sometimiento es no obstante asunto mío: sometido, queriendo someter, experimento a mi manera la ambición de poder, la libido dominandi. Sin embargo, ahí está mi singularidad; mi libido está absolutamente encerrada: no habito ningún otro espacio que el duelo amoroso: ni un ápice de exterior, y por lo tanto ni un ápice de sentido gregario: estoy loco: no porque sea orginial sino porque estoy separado de toda socialidad. Si los demás hombres son siempre, en grados diversos militantes de algo, yo no soy soldado de nada, ni siquiera de mi propia locura: yo no socializo.



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La ausencia amorosa va solamente en un sentido y no puede suponerse sino a partir de quien se queda -y no de quien parte-: yo, siempre presente, no se constituye más que ante tú, siempre ausente.
A veces ocurre que soporto bien la ausencia. Estoy entonces "normal": me ajusto a la manera en que "todo el mundo" soporta la partida de una "persona querida"; obedezco con eficacia al adiestramiento por el cual se me ha dado muy temprano el hábito de estar separado de mi madre. Actúo como un sujeto bien destetado; sé alimentarme, mientras espero. Si se soporta bien esta ausencia, no es más que el olvido. Soy irregularmente infiel. Es la condición de mi supervivencia; si no olvidara, moriría. El enamorado que no olvida a veces, muere por exceso, fatiga y tensión de memorias.
Muy pronto desperté de este olvido. Apresuradamente, puse en su lugar una memoria, un desasosiego. En la ausencia amorosa, soy, tristemente, una imagen desapegada que se seca, se amarillea, se encoge.
¿El deseo no es siempre el mismo, esté presente o ausente el objeto? ¿El objeto no está siempre ausente? No es la misma languidez: hay dos palabras: Pothos, para el deseo del ser ausente, e Himeros, más palpitante, para el deso del ser presente.
Dirijo sin cesar al ausente el discurso de su ausencia; situación en suma inaudita; el otro está ausente como referente, presente como alocutor. De esta distosión singular, nace una suerte de rpesente insostenible; estoy atrapado entre dos tiempos, el tiempo de la referencia y el tiempo de la alocución: has partido (de ello me quejo), estás ahí (puesto que me dirijo a tí). Sé entonces lo que es el presente, ese tiempo difícil: un mero fragmento de angustia.
La ausencia dura, me es necesario soportarla. Voy pues a manipularla: transformar la distorsión del tiempo en vaivén, producir ritmo, abrir la escena del lenguaje. La ausencia se convierte en una práctica activa, en un ajetreo (que me impide hacer cualquier otra cosa); en él se crea una ficción de múltiples funciones (dudas, reproches, deseos, melancolías). Esta escenificación lingüística aleja la muerte del otro: un momento muy breve, digamos, separa el tiempo en que el niño cree todavía a su madre ausente y aquél en que la cree ya muerta. Manipular la ausencia es aplazar este momento, retardar tanto tiempo como sea posible el instante en que el otro podría caer descarnadamente de la ausencia a la muerte.



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Mis angustias de conducta son fútiles, incesantemente cada vez más fútiles, al infinito. Es fútil lo que aparentemente no tiene, no tendrá, consecuencias. Pero para mí, sujeto amoroso, todo lo que es nuevo, lo que altera, no se recibe como si fuera un hecho sino como si fuera un signo que es necesario interpretar. Desde el punto de vista amoroso, es el signo, no el hecho, el que es consecuente (por su resonancia). Todo significa: mediante esta proposición yo me fraguo, me alto en el cálculo, me impido gozar.



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Contingencias. Pequeños acontecimientos, incidentes, reveses, fruslerías, mezquindades, futilidades, pliegues de la existencia amorosa; todo nudo factual cuya resonancia llega a atravesar las miras de la felicidad del sujeto amoroso, como si el azar intrigase contra él.
El incidente es fútil (siempre es fútil) pero va a atraer hacia sí todo mi lenguaje. Lo transformo enseguida en acontecimiento importante, pensado por algo que se parece al destino. Es una capa que cae sobre mí arrastrándolo todo. Cicunstancias innumerables y tenues tejen así el velo negro de la Maya; el tapiz de las ilusiones, de los sentidos, de las palabras.Como un pensamiento diurno enviado a un sueño, será el incidente el empresario del discurso amoroso, que va a fructificar gracias al capital de lo Imaginario.
En el incidente no es la causa lo que me retiene y repercute en mí, es la estructura. No recrimino, no sospecho, no busco las causas; veo con pavor la extensión de la situación en la que estoy preso; no soy el hombre del resentimiento, sino el de la fatalidad.
El incidente es para mí un signo, no un indicio: el elemento de un sistema, no la eflorescencia de una causalidad.



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El lenguaje es una piel. Yo froto mi lenguaje contra el otro. Mi lenguaje tiembla de deseo. La emoción proviene de un doble contacto: por una parte, toda una actividad discursiva viene a realzar discretametne, indirectamente, un significado único, que es "yo te deseo", y lo libera, lo alimenta, lo ramifica, lo hace estallar (el lenguaje goza tocándose a sí mismo); por otra parte, envuelvo al otro en mis palabras, lo acaricio, lo mimo, converso acerca de estos mimos, me desvivo por hacer durar el comentario al que someto la relación.
(Hablar amorosametne es desvivirse sin término, sin crisis; es practicar una relación sin orgasmo. Existe tal voz una forma literaria de este coitus reservatus: el galanteo)
La pulsión del comentario se desplaza, sigue la vía de las sustituciones. En principio, discurro sobre la relación para el otro; pero también puede ser ante el confidente: de tú paso a él. Y después, de él paso a uno: elaboro un discurso abstracto sobre al amor, una filosofía de la cosa, que no sería pues, en suma, mas que una palabrería generalizada. Retomando desde allí el camino inverso, se podrá decir que todo propósito que tiene por objeto al amor implica fatalmente una alocución secreta.



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El ser amado es reconocido por el sujeto amoroso como "átopos", es decir como inclasificable, de una originalidad imprevisible. Es átopos el otro que amo y que me fascina. No puedo clasificarlo puesto que es precisamente el Único, la Imagen singular que ha venido milagrosamente a responder a la especificidad de mi deseo. Es la figura de mi verdad.
Frente a la originalidad brillante del otro no me siento jamás átopos, sino mas bien clasificado (como un expediente conocido). A veces, sin embargo, llego a suspender el juego de la imágenes desiguales ("¡Que no pueda yo ser tan original, tan fuerte como el otro!"); intuyo que el verdadero lugar de la originalidad no es ni el otro ni yo, sino nuestra propia relación. Es la originaliad de la relación lo que es preciso reconquistar. La mayor parte de las heridas provienen del estereotipo: estoy obligado a hacerme el enamorado, como todo el mundo: a estar celoso, abandonado, frustrado, como todo el mundo. Pero cuando la relación es original, el estereotipo es conmovido, rebasado, eliminado, y los celos, por ejemplo, no tienen ya espacio en esa relación sin lugar, sin topos, sin "plano" -sin discurso.



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La verdad es que -paradoja desorbitante- no ceso de creer que soy amado. Alucino lo que deseo. Cada herida viene menos de unda duda que de una traición: porque no puede traicionar sino quien ama, no puede estar celoso sino quien cree ser amado: el otro, episódicamente, falta a su ser, que es el de amarme; he aquí el origen de mis desgracias. Un delirio, sin embargo, sólo existe si despertamos de él (no hay sino delirios retrospectivos): un dia comprendo lo que me ha ocurrido: creía sufrir por no ser amado y sin embargo sufría porque creía serlo; vivía en la complicación de ceerme a la vez amado y abandonado. Cualquiera que hubiese entendido mi lenguaje íntimo no habría podido menos que exclamar: pero en fin, ¿qué quiere?



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Es propio de la situación amorosa ser inmediatamente intolerable una vez que la fascinación del encuentro ha pasado. Un demonio niega el tiempo, la maduración, la dialéctica y dice a cada instante: ¡esto no puede durar! Sin embargo dura, al menos mucho tiempo. La paciencia amorosa tiene pues por punto de partida su propia negación: no procede ni de una espera, ni de un domino, ni de un ardid, ni de una temeridad: es una desgracia que no se usa, en proporción a su agudeza; una sucesión de sacudidas, la repetición (¿cómica?) del gesto por el cual yo me manifiesto que he decidido poner fin a la repetición; la paciencia de una impaciencia.
(Sentimiento razonable: todo se arregla -pero nada dura. Sentimiento amoroso: nada se arregla -y sin embargo dura)
Comprobar lo Insoportable: ese grito tiene su beneficio: manifestándome a mí mismo que es preceiso salir de él, por cualquier medio que sea, instalo en mí el teatro marcial de la Decisión, de la Acción, de la Salida. La exaltación es como una ganancia secundaria de mi impaciencia; me nutro de ella, me revuelco en ella. Siempre "artista", hago de la forma misma un contenido. Imaginando una solución dolorosa (renunciar, partir, etc.), hago retumbar en mí el fantasma exaltado de la salida; una gloria de abnegación me invade y olvido enseguida lo que debería entonces sacrificar: nada menos que mi locura -que, por definición, no puede constituirse en objeto de sacrificio: ¿se ha visto a un loco "sacrificando" su locura a alguien?
Cuando la exaltación ha decaído quedo reducido a la filosofía más simple: la de la resistencia (dimensión natural de las fatigas verdaderas). Sufro sin adaptarme, persisto sin curtirme: siempre perdido, nunca desalentado.



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El discurso amoroso asfixia al otro, que no encuentra ningún lugar para su propia palabra bajo ese decir masivo. No es que yo le impida hablar; pero sé insinuar los pronombres: "Yo hablo y tú entiendes, luego existimos" (Ponge). A veces, con terror, tomo conciencia de ese vuelco: yo, que me creía puro sujeto (sujeto sujetado: frágil, delicado, lastimero), me veo convertido en una cosa obtusa, que anda a ciegas, que aplasta a todo bajo su discurso; yo, que amo, soy indeseable, alienado hasta las filas de los fastidiosos: los que son pesados, molestan, se inmiscuyen, complican, reclaman, intimidan (o más simplemente: los que hablan). Me he equivocado monumentalmente.



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Idea de suicidio; idea de separación; idea de retiro; idea de viaje; idea de oblación, etc; puedo imaginar muchas soluciones a la crisis amorosa y no ceso de hacerlo. Sin embargo, por más enajenado que esté, no me es difícil aprehender, a través de esas ideas recurrentes, una figura única, vacía, que es solamente la de la salida; aquello con lo que vivo, con complacencia, es el fantasma de otro papel: el papel de alquien que "se las arregla". Así se descubre, una vez más, la naturaleza lingual del sentimiento amoroso: toda solución es implacablemente remitida a su sola idea -es decir a un ser verbal-; ajustarse a la preclusión de toda salidad: el discurso amoroso es en cierta forma un a puertas cerradas de las salidas.
La Idea es siempre una escena patética que imagino y de la que me conmuevo; en suma, un teatro. Imaginando una solución extrema (es decir, definitiva, definida), produzco una ficción, me convierto en artista, hago un cuadro, pinto mi salida; la Ida se ve, como el momento fecundo del drama burgués:es tan pronto una escena de adiós como una carta solemne, o bien, mucho más tarde, una despedida plena de dignidad. El arte de la catástrofe me apacigua.
Todas las soluciones que imagino son interiores al sistema amoroso: retiro, viaje, suicidio, es siempre el enamorado quien se enclaustra, se va o muerte; si se ve encerrado, ido o muerto, lo que ve es siempre un enamorado: me ordeno a mí mismo estar siempre enamorado y no estarlo más. Esta suerte de identidad del problema y de su solución define precisamente la trampa: estoy entrampado proque está fuera de mi alcance cambiar de sistema y puesto que no puedo sustituirlo por otro. Para "arreglármelas" sería necesario que yo salga del sistema -del que debo salir. Si no fuera propio de la "naturaleza" del delirio amoroso pasar, decaer solo, nadie podría ponerle fin.



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Hay dos afirmaciones del amor. En primer lugar, cuando el enamorado encuentra al otro, hay afirmación inmediata (psicológicamente: deslumbramiento, entusiasmo, exaltación, proyección loca de un futuro pleno: soy devorado por el deseo, por el impulso de ser feliz): digo sí a todo (cegándome). Sigue un largo túnel: mi primer sí está carcomido de dudas, el valor amoroso es incesantemente amenzado de depreciación: es el momento de la pasión triste, la ascensión del resentimiento y de la oblación. De este túnel, sin embargo, puedo salir; puedo "superar", sin liquidar; lo que afirmé una primera vez puedo afirmarlo de nuevo sin repetirlo, puesto que entonces lo que yo afirmo es la afirmación, no su contingencia: afirmo el primer encuentro en su diferencia, quiero su regreso, no su repetición. Digo al otro (viejo o nuevo): Recomencemos.



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Estrechez de espíritu: en realidad no admito nada del otro, no comprendo nada. Todo lo que, del otro, no me concierne, me parece extraño, hostil; experimento entonces respecto de él una mezcla de pavor y de severidad: temo y repruebo al ser amado, desde el momento en que ya no "pega" con su imagen. Soy solamente "liberal": un dogmático doliente, en cierta manera.
(Industriosa, infatigablel, la máquina de lenguaje resuena en mí -puesto que marcha bien- fabrica su cadena de adjetivos: cubro al otro de adjetivos, desgrano sus cualidades, su qualitas.)
A través de esos juicios variables, versátiles, subsiste una impresión penosa: veo que el otro persevera en sí mismo: es él mismo esta perseverancia con la que tropiezo. Me enloquezco al comprobar que no puedo desplazarla; haga lo que haga, por más que me prodigue para él, no renuncia nunca a su propio sistema. Experimento contradictoriamente al otro como una divinidad caprichosa, y como una cosa inveterada. O también, veo al otro en sus límites. O, en fin, me interrogo ¿hay un punto, uno solo, sobre el cual el otro podría sorprenderme? Así, curiosamente, la "libertad" del otro de "ser él mismo" la experimento como una obstinación pusilánime.Veo bien al otro como tal -veo el tal del otro-, pero en el campo del sentimiento amoroso, ese tal me es doloroso, puesto que nos separa, y puesto que una vez más, me rehúso a reconocer la división de nuestra imagen, la alterirdad del otro.
Este primer tal es malo porque dejó en secreto un adjetivo: el otro es obstinado: él revela todavía la qualitas. Es preciso que me desembarace de todo deseo de balance; es preciso que el otro devenga a mis ojos puro de toda atribución. Tú eres así, precisamente así. Tal cual es, el ser amado no recibe ya ningún sentido ni de mí mismo ni del sistema en el que está inmerso; no es ya sino un texto sin contexto; no tengo más necesidad o deseo de descrifrarlo; él es de algún modo el suplemento de su propio lugar.
Accedo entonces (fugitivamente) a un lenguaje sin adjetivos. Amo al otro no según sus cualidades (compatibilizadas) sino según su existencia; por un movimiento que ustedes bien podrían llamar místico, amo no lo que él es sino: que él es. El lenguaje del que el sujeto amoroso hace protesta entonces es un lenguaje obtuso: todo juicio es suspendido, el terror del sentido es abolido. Lo que liquido en ese movimiento, es la categoría misma del mérito.



***

Denominación de la unión total: es el "único y simple placer" (Aristóteles), "el gozo sin mancha y sin mezcla, la perfección de los sueños, el término de todas las promesas" (Ibn Hazm), "la magnificiencia divina" (Novalis), es: la paz indivisa. O también: el colmamiento de la propiedad; sueño que gozamos el funo del otro sgún una apropiación absoluta; es la unión furtiva, la fruición del amor.
"A su mitad, vuelvo a pegar mi mitad." Salgo de ver un film. Un personaje evoca a Platón y el Andrógino. Se diría que todo el mundo conoce la maña de las dos mitades que buscan volverse a unir (el deseo, lo es de carecer de lo que se tiene -y de dar lo que no se tiene: cuestión de suplemento, no de complemento).
La Naturaleza, la sabiduría, elmito dicen que no hay que buscar la unión (la anfimixtión) fuera de la división de papeles, sino de los sexos: tal es la razón de la pareja. El sueño, excéntrico (escandaloso), dice la imagen contraria. En la forma dual que fantasmo, quiero que hay un punto sin otra parte, suspiro por una estructura centrada, ponderada por la consistencia del Mismo: si todo no está en dos, ¿para qué luchar? Mejor volverme a meter en el curso de lo múltiple. Basata para consumar ese todo que deseo (insiste el sueño) que uno y otro carezcamos de lugar: que podamos mágicamente sustituirnos uno al otro: que advenga el reino "uno por el otro", como si fuéramos los vocabls de una lengua nueva y extraña, en la que sería absolutamente lícito emplear una palabra por otra. Esta unión carecería de límites, no por la amplitud de su expansión, sino por la diferencia de sus permutaciones.



***

La saciedad es una precipitación: algo se condensa, echa raíces en mí, me fulmina. ¿Qué es lo que llena así? ¿Una totalidad? No. Algo que, partiendo de la totalidad, llega a exederla: una totalidad sin remanente, una suma sin excepción, un lugar sin nada al costado. Colmo, acumulo, pero no me detengo en el nivel de la falta: produzco un exceso, y es en este exceso que sobreviene la saciedad (el exceso es el régimen de lo Imaginario: en cuanto no estoy en el exceso me siento frustrado; para mi, justo quiere decir no suficiente): conozco finalmente ese estado: dejando tras de mí toda "satisfacción", ni ahíto ni harto, sobrepaso los límites de la saciedad y, en lugar de encontrar asco, la náusea, o incluso la embriaguez, descubro... la coincidencia. La desmesura me ha conducido a la mesura; me ajusto a la imagen, nuestras medidas son las mismas: exactitud, preceisión, música; he terminado con el no suficiente. Vivo entonces la asunción definitiva de lo Imaginario, su triunfo.
Saciedades: no se las menciona - de modo que falsamente la relación amorosa parece reducirse a una larga queja. Es que si es inconsecuente hablar mal de la desdicha, en cambio, en la felicidad, parecería culpable de estragar su expresión: el yo no discurre sino herido: cuando estoy colmado o recuerdo haberlo estado el lenguaje me parece pusilánime: soy transportado fuera del lenguaje, es decir, fuera de lo mediocre, fuera de lo general.
En realidad, poco me importan mis oportunidades de ser realmente colmado. Sólo brilla, indestructible, la voluntad de saciedad. Por esta voluntad, me abandono: forma en mí la utopía de un sujeto sustraído al rechazo: soy ya ese sujeto.

EL ANÁLISIS DEL MEJOR CUENTO, Y YO QUE ME HE CONFESADO TERRIBLEMENTE COBARDE!!!

Existe una relación entre Borges y Heidegger al nivel de la interpretación? Y si es así, ¿puede darse dentro sus interpretaciones del ser del hombre? ¿De su constitución primera? Y entonces surge el pedido: relacionar el parágrafo 74, contenido en el capítulo quinto de Ser y Tiempo, obra capital de Martín Heidegger, con el famoso cuento El Sur, del célebre escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges. Dónde es que esto pudiese aparecer es la labor que en los próximos párrafos pretendo elucidar.

Primera parte: El contenido del parágrafo 74

Para Heidegger, el Dasein, concebido como el modo de ser que es propio del hombre en tanto ser-en-el-mundo, de facto posee una historia y la tiene pues desde su constitución como tal siempre una historicidad lo constituye, como muestra más concreta y vívida de la temporeidad que funda el cuidado, prudencia que es, de una u otra manera, el ser del Dasien. Es importante en este análisis la temporeidad, que no se condice con el concepto común del tiempo, pues en el existir del Dasein ésta se presenta como resolución precursora.

Esta resolución aparece como un callado proyectarse, en disposición a la angustia, y donde el Dasein comprende su poder-ser de una forma que está en condiciones de presentarse ante la posibilidad última, como es la muerte, asumiéndose a sí mismo con propiedad, léase, como el arrojado en el mundo que es, resuelto a la situación abierta.

A este punto, Heidegger aclara que su análisis existencial no trata de la revelación de tales situaciones en específico, y que por principio como posibilidades fácticas de existencia no deben ser tomadas. Lo que sí plantea es que existe la chance de que éstas puedan ser extraídas, no desde la muerte, entendida como un adelantarse hasta la insuperable posibilidad de existencia, que "sólo garantiza la integridad y propiedad de la resolución", sino desde la consciencia del sí-mismo del hecho de estar arrojado en el mundo que es el mismo de una forma u otra.

Así las cosas, "el Dasein está entregado a sí mismo y a su poder-ser", esto es a lo que es constitutivo de él y a lo que es posible desde él a partir de lo primero. Luego, para él son posible ciertas cosas y otras no, en tanto está constituido de una manera y no de otra, y entre lo que propio, de una historia y no de otra.

El Dasein está arrojado en su mundo, pero espacialmente este mundo es también y en parte mundo de otros Dasein, por lo que en tanto arrojado ahí, siempre estará con otros. Y entre estos otros y aún, dentro como parte de estos otros, en él perviven y rigen con vigencia interpretaciones comunes y que Heidegger califica de medianas por prevalecientes. Son estas interpretaciones, transparentes para estos otros y él mismo, desde las que se comprenden dichas posibilidades, conocidas por todos pero siempre ambiguas en tanto futuro inaccesible. Así, como se comprenda el Dasein, que es en sí en-el-mundo y por tanto sus posibilidades, no está en condiciones de restarse a este estado interpretacional previo recibido, sino que aún consiga actuar contra éste, su acción podrá ser comprendida ser comprendida solamente con tal estado como condición necesaria y previa.

Las posibilidades de existir del Dasein se abren desde su arrojamiento en la resolución. Heidegger afirma: "El retorno resuelto a la condición de arrojado encierra en sí una entrega de posibilidades recibidas por tradición, aunque no necesariamente en cuanto tales." Es decir, constituido como está, fácticamente, desde una historia y desde unas interpretaciones a punto tradicionales, en cuanto entra en resolución el Dasein se desprende en parte, en su acción, de ellas, sólo para volver a incorporarlas como su historia y como parte de la tradición, digamos, automáticamente. Luego, la resolución es propia de esa manera de ser abierta del Dasein, en conexión con un mundo que es él mismo también y que a él mismo lo constituye, por tanto condición para el propio dominio y el habitamiento del mundo deseado.

Heidegger asegura que cuanto más auténticamente se resuelva el Dasein, como comprensión de sí mismo que puede adelantarse hasta la posibilidad final, en menor medida entrará el azar, lo provisorio y la suerte a afectar la certeza de la elección. El hecho de que el Dasein se encuentre en el extremo de su finito, ahí libre para morir, le confiere su plenitud. Asume entonces que su futuro abierto adolece de todo cuanto imaginó, necesitó o deseó y se ha vuelto hacia lo más sencillo.

En esta interpretación el destino existe, pero no como un fin al que el Dasein accede, sino como el Dasein, destino de sí-mismo y, por tanto, si en poder-ser, destino elegido por él mismo.

Heidegger sostiene que si el Dasein avanza hacia la muerte libre, por haber elegido, y poderoso, se comprende desde ese poder, el más grande poder-ser por claro, preciso y único, para asumirse a sí mismo como el arrojado que es, instante propiamente epifánico. Pero en tanto Dasein, los otros siguen ahí, co-siendo-en-el-mundo junto a él, por lo que su destino es también un destino firmemente entrelazado con aquellos y aún con el destino de ellos, formando un destino común en tanto comunidad. Este no es suma, aclara Heidegger, sino un compartir y una lucha de quienes conviven en el mismo mundo, resueltos a sus posibilidades, que genera la plenitud constitutiva propia del Dasein. Heidegger llama destino a aquel precursor entregarse al ahí del instante, propio de toda resolución, que a su vez funda todo destino común.

En este contexto, sólo un ente en estricta conexión con su futuro abierto, entonces ente venidero, así avanzando libre hacia su muerte y encontrándola finalmente, siendo desde lo que ha sido, puede desde su herencia asumir su arrojamiento y estar a tono con su tiempo, propio del Dasein y por tanto finito, entonces de este modo destino y de igual forma historia.

Aquel Dasein no tiene por qué saber estrictamente desde donde nacen las posibilidades a las que se abre, pero sí puede explicitar aquello que puede ser. Heidegger afirma que es en ese momento que la resolución transmuta en repetición de una posibilidad recibida por tradición. Agregaría yo también por historia. A mi juicio, certeramente afirma que la repetición es justamente tradición explícita, "retorno a las posibilidades del Dasein que ha existido", que se funda en la resolución precursora. Y nota que se advierte no interpretarse esto como pasados que vuelven a suceder, ni presentes amarrados a un pasado, pues en tanto la resolución, la repetición se concibe como posibilidad de una existencia ya existida, ya abierta antes, tanto que incluso se invoque contra tal pasado. Esto, aclara Heidegger, no se trata del tiempo lineal, pues para el Dasein apropiado las distinciones temporales resultan indiferentes. Esto resulta tan evidente, que el peso de la historia está en el futuro, que desde el momento en que el D
asein es, siempre es de cara a la muerte.

Segunda parte: El relato y las conexiones interpretadas

Como se sospechará, no pretendo hacer un resumen del relato, del que estoy cierto el lector ha accedido en el pasado, sino entregar una interpretación acerca de cómo se conectaría la postura de Martín Heidegger, previamente descrita, dentro de los límites de este relato borgeano.

En primer lugar el Dasein: de nombre Juan Dahlmann, su mundo esta marcado por dos historias, un vértice puesto en la estirpe de Johanes Dahlmann, pastor evangélico de origen germano, y por el otro, Francisco Flores héroe militar argentino muerto en combate. Es interesante cómo Juan Dahlmann elige sentirse argentino, pues desde su historia germánica, primera vertiente considerable, prefiere justamente ¡la otra vertiente! Entonces se trata de dos maneras del cómo se constituye la historia en este Dasein. Los útiles de este Dasein (estuche, espada, música, lecturas) se convierten en manifestación de este mundo que vive constitutivamente. Asimismo lo es que, por tal elección, se privara económicamente para poder conservar una estancia en el Sur, que fue de los Flores, y por tanto que fue de él mismo. Vuelven a remitir a la historia los eucaliptus, en tanto árboles, y el color deteriorado de la casa, todo dentro de la memoria del Dasein, luego de su mundo y, por lo pronto, de su acción. Al afirmar que cuando durmi
ó en sus sueños estaba el ímpetu del tren, no está diciendo, a ojos heideggerianos, sino que el mundo (tren) constituye a ese hombre. Esta también es su historia.

Borges afirma al comenzar el segundo párrafo: "el destino puede ser despiadado con las mínimas distracciones". Y claro, a la menor distancia desde la resolución, como distracción es separación desde aquello que atrae, los destinos abiertos no se condicen con el de la resolución y el Dasein es entonces uno distinto. Es clarificador cómo esta diferencia en lo resuelto por el Dasein, una simple noche de lectura, se convierte a instancias de esta distancia en un destino que logra condolerlo.

Tras comprar un ejemplar de las Mil y una noches, romanticismo propio de Dahlmann, éste sufre una herida en su cabeza con un batiente abierto en la escalera. Él no asume su situación de herido hasta que otro se lo hace saber con muecas de horror. Aquí queda clara la conexión entre el Dasein que es-en-el-mundo, con un en abierto en tanto arrojado ahí y en profunda relación con los otros, tanto que la propia interpretación del mundo, yo-herido contra yo-no-herido que corro a leer, impropia, se toma desde aquel. De la misma forma, tras largas e infernales jornadas de enfermedad y recuperación, es el cirujano quien le dice que muy pronto podrá ir a convalecer a la estancia. De Dahlmann no se sabe haya hecho semejante declaración, sino que es uno de los otros quien la hace por él, tanto que él mismo lo llama el día prometido al final del segundo párrafo.

La afirmación que inicia el tercer párrafo, acerca del gusto de la realidad por las asimetrías y los anacronismo parece remitir al concepto de repetición, pero en sí no lo hace, pues la repetición según Heidegger es de otra naturaleza y está aún por suceder en el relato.

El quinto párrafo obra para distinguir al hombre la bestia, ejemplificada en un gato, desde la perspectiva del tiempo. Y así Borges entrega una visión del hombre, ¿del Dasein?, aquel viviendo en el tiempo, en la sucesión, historicidad del Dasein, que no el animal, puro y llano presente, sin posibilidad de hundir sus raíces en el futuro con una resolución precursora. Esto vuelve a aparecer cuando Dahlmann afirma sospechar estar viajando al pasado y no sólo al Sur, en tanto este viaje al pasado sólo puede suceder en el mundo interpretativo que vive el Dasein. Ahora como símbolo, el Sur ya es el pasado.

Al sexto párrafo, la aseveración de Dahlmann acerca de su perseverancia sobre las Mil y una noches como útil a la mano que interpreta un alegre y secreto desafío a las frustradas fuerzas del mal, entiéndase a todas aquellas resoluciones que impiden la propia en su descuido, evoca el advenimiento de una nueva resolución: mañana me despertaré en la estancia, inicio de octavo párrafo. Mas el Dasein siempre está jugándose en el destino común, y tales fuerzas reaparecen vívidamente encarnadas en el inspector, quien le avisa de una distancia para su intención inicial: deberá bajarse un poco antes. Es aquel inspector quien lo guía hacia el comercio donde Dahlmann se adelantará a su posibilidad insuperable.

Dahlmann llega al almacén. Ve unos caballos amarrados al palenque. ¿Útiles de otros Dasein distintos a él? Al dueño confunde con un empleado del sanatorio, acudiendo a su historia, y resuelve esperar por transporte comiendo en el lugar. Él resuelve. Los otros ahora son unos muchachones que beben profusamente y un gaucho viejo acurrucado en el piso. Es un hombre antiguo, un histórico, se ve en sus útiles, propios de otras prácticas. ¿Encarnación del tiempo? No, mejor encarnación de una interpretación que viven los otros y acaso también Dahlmann. Ellos también resuelven su destino ahí.

Y entonces Dahlmann, mientras ausculta soñoliento el lugar tras comer, recibe una miga de pan en la cara. Decide su destino: comienza a leer las Mil y una noches. Pero su resolución no bastó, pues existe un destino común, entrelazado con las otras resoluciones. Otra miga cayó y los jóvenes se rieron. Esa risa se transmutó en una interpretación, no sólo de la situación, sino de sí mismo. Vuelve a resolverse: convaleciente no peleará. Pero nuevamente Dahlmann ignora los nudos del destino común: el patrón, asustado, lo conmina a la indiferencia, mas lo hace llamándolo por su nombre. ¿Cómo podía ser eso? ¿Cómo sabía ese hombre su nombre? ¡Ya no está en juego un tipo cualquiera sino él mismo y su historia! Su abuelo héroe. Su sangre germana. Su música. Es decir su futuro en esas mismas tierras. aparece a este punto lo que Heidegger llama un compartir y una lucha. Nueva resolución: encarar a los hombres. Al hacerlo, Dahlmann es recibido con malas palabras y finalmente apuntado por un cuchillo, útil a la mano de aqu
el Dasein desafiante que lo ha convertido en parte de sí mismo a través de su mundo. En este contexto, ambos están constituyéndose mutuamente. Este es el compartir. Pero sus resoluciones encontradas estresan el destino común. Esta es la lucha. Pero no es dos. Opina el patrón alegando la indefensión de Dahlmann y el viejo gaucho tira su cuchillo para que esté disponible a quien falta. Otros han decidido por Dahlmann, de una u otra manera, pero es el quien está ahí desde sus propias elecciones.

Entonces Dahlmann interpreta al viejo como una cifra del Sur y afirma al Sur como propio. Al hacerlo, toma para sí todas las prácticas que son recurrentes a aquellos que viven desde el Sur como su mundo, y por tanto todas las posibilidades abiertas para quienes sostengan esas interpretaciones, entre otras, pelear a cuchillos y, sin dudas, morir en una riña. Cuando Borges afirma que era como si el Sur resolviera que Dahlmann aceptara el duelo, no se trata del ente Sur, ni siquiera del Sur como mundo interpretativo que viven los otros, sino el Sur que es propia historia del Dasein que actúa en consecuencia, quien otro que el Sur que vive Dahlmann cuando lo vive.

Dahlmann recoge la daga. Al hacerlo no sólo acepta el duelo, pues hace suyo el útil que es propio acompañante constitutivo de los Dasein que los llevan en su mundo, sino que cae en cuenta que esta es su primera vez. Esto significa que es su primera repetición propia, luego seguro morirá, pero que propio de su historia, en tanto repetición de Francisco Flores, que también lo constituye según propia y querida definición, elegida definición, así como el hecho de morir en combate, única gloria espiritual del hombre germano que él también es, contra la ignominia de morir en el sanatorio.

Borges afirma que en Dahlmann, al momento de salir a la pelea, no acopiaba ni esperanza de sobrevivir ni temor a morir. Había tomado aquella resolución última: adelantarse a la posibilidad insuperable de la muerte. Asume entonces su muerte, no sólo la que él hubiera elegido en tanto modo, sino exactamente la que él ha, de hecho, elegido. Dahlmann empuña fuerte el cuchillo, se apropia del útil, que según Borges acaso no sabrá manejar, acaso pues se trata de una repetición al fin y al cabo, y sale a la llanura a enfrentar su ¿muerte? ahí, siempre arrojado.

Tercera parte:

A ojos del suscrito, la conexión entre la interpretación existencial heideggeriana y este relato tan lleno de las preocupaciones borgeanas, por ejemplo el hombre que es otro hombre y a la larga todos los hombres, resulta muy fuerte.

Y me atrevo entonces a una interpretación: la preocupación de ambos es la misma. Hay un descontento en ambos respecto de cómo esta interpretación mediana está viviendo su mundo. En Heidegger veo su cercanía al nazismo, que proponía a todas luces un cambio distanciándose de las democracias occidentales; su apego a la campiña, en momentos de fuerte migración hacia lo urbano; su alienación en lo alemán, cuando el mundo se abría tímidamente a un proceso que terminaría en la estandarizante globalización; su desafío a Descartes, icono transparente de todo quehacer humano occidental; su volver a preguntar, en medio del científico mundo de la producción de respuestas. Asimismo y en paralelo, en Borges veo su cercanía al fascismo; su preferencia por el arrabal; su búsqueda de lo propiamente argentino; su distancia con las letras hispanoamericanas generales, distantes estas de la erudición excluyente de sus escritos; ese mundo fantástico que trae más preguntas y ambigüedades que respuestas y certezas.

Ahí es que veo estas dos interpretaciones lejanas en sus dominios, filosofía y literatura ya separadas pero con una historia común previa y comúnmente constitutiva, mas cercanas en sus más propios fundamentos, llegando a mostrar lo mismo, uno en el parágrafo del escritor, su cuento. Otro en el cuento de cada filósofo: sus parágrafos.

domingo, 16 de mayo de 2010

Gloria Trevi Todos Me Miran video original




IGUALMENTE A TODAS LAS QUE HEMOS LLORADO, LAS QUE LLORAN, Y LAS QUE ESTÁN RE ENOJADAS COMO YO...DEDICADÍSIMO EL VIDEITO...

TEORIA DE LA FOBIA MASCULINA....


Un poco furiosa, un poco triste, un tanto grande enojada, una felicidad de gasto de dinero en ropa nueva, un Cofler Verde que pude comer, un correr hacia un taxi. Un sábado con preparativos festicholeros (ja!) y de repente la aparición del ser nefasto. No sólo tira un cortito en la mandíbula inferior refiriéndose a mi persona como el ser más ‘traidor, cruel, abandónico’y blabletas sino que encima de todas las cosas tiene el tupé de criticarme mi estado actual (del cual sólo ve una representación fotográfica messengeril), de agredirme sistemáticamente diciéndome de todos los calificativos posibles y encima creándome (o deseando crear) la culpa de que YO fui la que lo dejé tirado. Cuando en realidad fue a la inversa…igual no me importó mucho. Pero sí me molesta la presencia de Némesis (la venganza) haciendo la aparición. Porque creo que en estos meses he hecho lo posible por recuperar un poco de mi persona, y sin embargo me desarmó como quien sopla un castillitos de naipes. Es tanto el enojo que siento, es tanta la bronca que tengo, es tan pero taaaan grande el pensar en qué infeliz fui estando en pareja que caigo en la REALIDAD de que los odio a todos, son todos, toooodos iguales!!! Y, por un momento había flaqueado, pero no, no ha lugar:

Entonces me pongo a pensar que en realidad el problema no es sólo de los hombres que son unos imbéciles, sino que en realidad, el verdadero quid de la cuestión tiene que ver con que las mujeres que llegamos a los treinta años nos volvemos demasiado (y el adverbio no está de más) ilusas y nos autoengañamos creyendo ver cualidades en los hombres (hasta los de una sola noche!!!) que carecen de forma total. Desde la cuestión de género, el hombre está acostumbrado al juego conquista/conquistado…pero lo hacen sólo por una cuestión biológica que es inherente a su capacidad intelectual. Desde siempre, también las infelices anfibias mujeres hemos esperado ese despliegue de cuasi pavo(TE)s reales como para elegir al mejor macho de la especie, creyendo que nos va a cuidar y que nos va a hacer feliz. El mamífero porcino, también fue de los que vendió una imagen de hombre sostenedor de la dama, caballero andante que te presta la mano para cuando te caés (y querida amiga lectora, ME HE TROPEZADO TANTAS VECES QUE YA SÉ COMO CAERME PARA NO LASTIMARME TANTO), sin embargo, los muy desagradables no son más que una fachada, una imagen, una fantochada que tiene que ver con su verdadera naturaleza de FÓBICOS. Sí, sí…no me vengan a decir que yo ando catalogando gente, porque no es así. He visto que existen unos cinco patrones de hombres que se caracterizan por las siguientes demostraciones plumíferas:

a. EL TEMEROSO FÓBICO
b. EL TEMEROSO CONFRONTATIVO
c. EL FÁLICO NARCISISTA
d. EL SOLITARIO
e. EL INDEFINIDO

Esta hipótesis tiene una comprobación en la realidad. No voy a dar nombres y apellidos ni números de teléfonos pero estoy tan indignada que trataré de ser lo más sutil posible como para que el que le toca el guante, lo recoja y sino que se vaya bien a plantar alcauciles en la quinta.

El primero de los estereotipos, es el TEMEROSO FÓBICO, que si bien parece que una no lo conoce demasiado, es el más común, pues este engendro del mal se escuda en la virtualidad (sea chat, msn, sms, Twister…blablablablablabla) lo que fuera pues es el único lugar donde se siente cómodo. Son los que uno puede hablar horas, pero en la vida real, uno debe sacarle las palabras a tirabuzones, porque su miedo es tan grande que los paraliza. Tengo a más de un colega de estas características. Son netamente agradables para cuando una está deprimidísima un lunes por la tarde, porque te pueden hablar horas por msn y encima tienen los escrúpulos de querer darte, y ofrecerte soluciones mágicas para que una se sienta feliz…pero cuando apagaste la compu, seguís viendote al espejo, con los Kevingston y la polera de lana y es la imagen de la completa derrota…

EL TEMEROSO CONFRONTATIVO es una pura fachada…es el desagrado hecho hombre pues lo único que quiere hacer es confrontar, discutir, pelear solo para nada, para blabla, porque es fóbico, o sea ni siquiera es que su contraposición discursiva sirva de algo. Némesis era así, era de los que se sentaban en una mesa en un asado (alimento lleno de colesterol si los hay) y se le ocurría confrontar a todos acerca de la nada misma. Era una cosa sólo de llegar a hacerle pasar un momento de porquería al otro, que cansado de discutir se violentaba muchísimo. Admito que durante un tiempo me agradaba estar al lado de una persona que tenía pasión por la discusión, pero luego parecía que era solo una careta, que no tenía nada de fondo (de hecho era un barril sin fondo!). El peligro de estos seres radica en que uno con tal de no confrontar, pasa por darles la razón sistemáticamente y terminan haciendo lo que se les canta. Eso sí, no se comprometen con ninguna idea, tan solo es catarata verbal…

El FÁLICO NARCISISTA es el ser al que yo toda la vida dije “CRUZAR DE VEREDA” porque son seres que no, no y no. Son puro omphalos (ombligo!) centrados en sí mismos, necesitan dominar para tomar todos los refuerzos posibles. Astutos y agradabilísimos, pura dulzura y delicadeza. Tranquilamente una se puede llegar a comer el que estos son capaces de cocinarte y traerte el café (pero en realidad lo están haciendo porque ellos lo querían previamente). Son los que crean la necesidad en el otro. Son rápidos, pues parece que una es la que tuvo la idea genial, cuando en realidad fue la mente retorcida de ese mutante. Estos tipos buscan a mujeres inocentes, con rasgos de puerilidad (o bien llamado, pelotudismo) es decir, minas que tienen la tendencia a repetir una serie de fracasos, para hacer su despliegue histriónico y zácate, cuando te quisiste dar cuenta…te dejaron con el corazón destrozado. Estos tipos son fóbicos porque para ellos el ‘pene es invasor’ tal como sería su consigna. Tienen actitudes de macho (meno!) porque van corriendo todo el tiempo. Prueban, testean, un asco. Es el que se mete con las ex de los amigos, y encima dicen “ella me provocó”. Unos inmundos.

El SOLITARIO es el más facilito de encontrar para mí porque se trata del Oliveira puro. Es decir, que es el pajerito. Se lo encuentra en cualquier bar de Palermo Conga abrazado a un libro y un expresso. Es el que idealiza mujeres (inexistentes!!!) y tanto las idealiza que las reales les parecemos que NO CALIFICAMOS porque en realidad ellos no califican como hombres para una. Son pseudointelectuales con ínfulas de artistas bohemios. En el fondo son vagos de porquería, adolescentes banales que cuando una les plantea viajar a México a escribir dudan acerca de si hay mucha polución en el DF. O sea, que el sueño que te venden en realidad es una (perdón por la reiteración) una psicorealidad creada para atraer gente, que en definitiva es lo que termina espantando.

EL INDEFINIDO es directamente al que por tantas sustancias metidas en su cuerpo, directamente no le interesa nada de nada. No tiene compromisos porque no le interesa. No sale porque no le interesa. No se produce porque no le interesa. Nada le interesa, eso sí, por ahí ir a ver una bandita de reggae (música adolescentonga si las hay!) ahí, se bañan, se perfuman y contentos te llevan. Eso sí…después –TENIENDO AUTO!!!- te acercan a la parada del colectivo….lo sé porque lo viví…!!!

Igual esta idea no dice mucho. Dice más de nosotras que tenemos el deseo encarnizado de encariñarnos con cuanto sujeto tácito aparezca en nuestra vida, pensando que es DI-VI-NO y en realidad, estos están viendo para dónde está la remisería más cercana para tomarse el palo. En mi caso, hoy domingo 16 de mayo de 2010 voy a afirmar discursivamente, intelectualmente y sentimentalmente que voy a ponerme a tejer pullóveres antes de volver a caer en algún hombre de cualquiera sea su especie. De ahora en más voy a ser asceta, que significa que voy a poner la libido en cualquier otro lugar que sea PRODUCTIVO es decir, INTELECTUAL porque me pagan por mi cerebro, no por andar derritiéndome por cualquier galán de feria. Hoy les digo CHAU CHICOS!!! NO ENTREGO EL CORAZÓN NUNCA PERO NUNCA MÁS….PORQUE EN DEFINITIVAMENTE, TODOS SON IGUALES….PROYECTOS DE HOUDINI. No hay huevos de oro al final del arco iris…chicas…háganlos mierda uds antes de que ellos lo hagan y les dejen las marcas, cicatrices de guerra, o como prefieran llamarlas….